La fórmula del éxito del Inter Miami: de su fundación al título de la MLS en seis años

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Miami (EE.UU.), 12 dic (EFE).- Seis años bastaron para que el faraónico proyecto del Inter Miami se coronara campeón de la MLS. El primer partido lo disputaron en 2020, pero su origen se remonta a la llegada de David Beckham a la liga en 2007. El fichaje de Lionel Messi, hace dos años y medio, hizo el resto.

El Inter Miami logró el sábado pasado la primera MLS Cup -título que define al campeón de la MLS- de su corta historia tras derrotar 3-1 en la final a los Vancouver Whitecaps. Lo hizo en su estadio y tras una postemporada de récord en la que anotó veinte goles en seis partidos.

Pero cuadrar las cuentas de esta plantilla galáctica, de la que además de Messi también formaban parte Sergio Busquets, Jordi Alba, Luis Suárez o Rodrigo De Paul, no fue sencillo, teniendo en cuenta que la MLS impone un límite salarial a sus equipos.

 El Inter Miami dedicó casi 50 millones de dólares en nóminas de sus jugadores en la recién concluida temporada, según datos de la Asociación de Jugadores de la MLS, sobrepasando con creces el tope salarial de casi seis millones que establece la MLS, con un máximo de 743.750 dólares por jugador.

Esto representa casi 30 millones más que la media de la liga, cerca de 20 millones de dólares más que el siguiente equipo en la lista, el LAFC, y aproximadamente 33 millones más que los Vancouver Whitecaps.

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Solo entre Messi (20,45 millones), Busquets (8,78 millones) y Alba (6 millones), el Inter Miami superó los sueldos del resto de equipos MLS. El astro argentino cobraba más que 20 clubes de la liga.

Para sortear este límite, la MLS pone a disposición del Inter Miami y el resto de equipos herramientas financieras que les facilita fichar jugadores o retener el talento.

Es el caso de los jugadores designados -que en el equipo de Miami fueron Messi, Busquets y Alba- y que pueden cobrar un sueldo que no computa completamente en el tope salarial.

Además, el salario de Suárez (1,5 millones) pudo incrementarse mediante fondos que la MLS reparte entre los equipos cada año para permitirles mejorar sus plantillas, mientras que el fichaje de De Paul, mediante cesión con opción de recompra, permitió diferir su contrato hasta el año que viene, cuando queden libres dos plazas de jugador designado por la retirada de Alba y Busquets.

 El origen de esta forma de ingeniería financiera se remonta al año 2007, cuando la MLS era una liga en desarrollo y no demasiado atractiva que atrajo la atención de David Beckham, actual copropietario del Inter Miami.

La carismática estrella inglesa fichó ese año por Los Angeles Galaxy, con quien ganaría dos MLS Cup (2011 y 2012), y fue la razón de que la MLS creara la excepción del 'jugador designado', permitiendo que cobrara un salario lo suficientemente alto sin tener que levantar el tope salarial.

Esto abrió la puerta al desembarco en la MLS de numerosas estrellas europeas como Thierry Henry, Zlatan Ibrahimovic o los actuales Thomas Müller y Heung-min Son, además del mencionado Messi en el verano de 2023.

El contrato de Beckham con los Galaxy también incluyó una cláusula que le permitiría adquirir un equipo de expansión de la liga por 25 millones de dólares en el futuro.

Esta se hizo efectiva en 2018, cuando el inglés fundó el Inter Miami junto a los empresarios locales Jorge Mas y José Mas. Esa inversión inicial de 25 millones de dólares se ha transformado hoy en un club valorado en más de 1.000 millones de dólares.

Además, el reciente éxito del equipo convirtió a Beckham en la primera persona en ganar la MLS Cup como jugador y como propietario.

Aunque el Inter Miami nació como un proyecto con grandes sueños que disputó su primer partido oficial en 2020, su trayectoria hasta el título de la MLS ha sufrido numerosos varapalos.

Los fichajes de Gonzalo Higuaín y Blaise Matuidi en el segundo tramo de la temporada 2020 dieron un salto de calidad al equipo, pero únicamente bastaron para alcanzar una vez en los tres primeros años los 'playoffs'.

No fue hasta 2023 cuando cambió por completo la historia del club, en el momento que se logró el fichaje de un Messi desencantado tras su paso por el París Saint-Germain y que no podía regresar al FC Barcelona.

En lo económico, el valor del equipo se duplicó en apenas dos años y medios. Según cálculos de Forbes, el valor del Inter Miami era de unos 600 millones de dólares antes de su fichaje, y el pasado mayo ascendía a 1.200 millones de dólares.

Mientras que en el campo, la llegada de Messi, seguido de Busquets y Alba a los pocos días, dio al Inter Miami el primer título de su historia apenas un mes después: la Leagues Cup 2023.

Antes de la siguiente campaña llegaría Suárez, quien ayudó a que el club finalizara como campeón de la temporada regular de la MLS, aunque el año culminó con un fracaso inesperado al caer en primera ronda de 'playoffs', y el pasado verano se sumaría De Paul, antes del Mundial de Clubes.