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“Iván tiene tres hermanos varones, los tres juegan al fútbol. El mayor acá en la liga de Ybycuí y el más chicos está en la Sub 15 de Libertad”, arrancó comentando su padre.
Sobre cómo descubrieron el talento de Iván, el entrevistado explicó que desde pequeño podía realizar 200 “picaditas” y se destacaba de entre los demás niños de la escuela de fútbol por su velocidad y riqueza técnica, lo cual fue detectado por los cazatalentos liberteños Roberto Paredes y Nelson Zacarías.
“Lo vieron jugando acá y nos dijeron que vayamos a las pruebas en Luque. Salíamos a las 4 de la madrugada para llegar a las 7 al entrenamiento. Fue así durante 10 días. Lo hicimos prestando autos de varios amigos”, recordó Franco sobre los viajes.
“Iván fue superando cada ensayo pero en un momento se cansó. Le dije que siguiera insistiendo porque ya habíamos hecho mucho esfuerzo para detenernos. El día que se llamó la última lista, él no escuchó su nombre y salió cabizbajo, pero el entrenador lo buscó y le contó que había sido elegido”.
“A partir de ahí ya se quedó en Libertad y yo me mude para estar con él. En una práctica con la primera le hizo un gol a Rodrigo Muñoz y eso le gustó mucho a Aldo Bobadilla, que lo hizo debutar en Primera”, relató el padre.
Por su parte Diego Serrati, empresario del albinegro, contó a la 730AM que cuando conoció a Iván Franco y empezó a representarlo, el volante ya invertía sus primeros premios en comprar vacas.
“Iván está muy bien encaminado por sus padres, y en un buen nivel, esperemos seguir así. La verdad que me llamó la atención que la hinchada de Olimpia lo haya aplaudido”, confesó Serrati y añadió que lo ve “con un gran futuro”.