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Cuando tenía 10 años, es decir en 2008, fue a la Argentina junto con sus padres y hermanos. La situación económica en el Paraguay hizo que su padre Máximo Cáceres y su madre Elvira Ovelar migraran hacia el vecino país en busca de mejores horizontes.
Tal vez no haya pensado en ese momento que más tarde iba a sobresalir como futbolista. Tenía que comenzar todo de nuevo y en un ambiente totalmente distinto. La escuela, los nuevos amiguitos y el barrio eran desafíos que debía superar, pero no fueron obstáculos en su vida.
Jorge Darío, que vivía hasta su viaje en Yaguarón Yuru, Pirayú, no fichó en nuestro país por ningún club, pero comenzó a dar sus primeros pasos en la Academia de Fútbol de Pirayú, siendo aún un niño.
No esperó mucho tiempo y poco a poco fue mostrando sus dotes de jugador de fútbol. Un amigo de su padre lo llevó a Lanús, donde no perdió tiempo, pues rápidamente se adaptó y hoy día forma parte del plantel profesional del club argentino. Con sus 20 años ya jugó algunos partidos en Primera División e integra la lista de Lanús para disputar la Copa Libertadores de América.