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Esta situación “la vive más o menos bien, más allá de que en algún punto siente frustración”, reconoce su compañero de selección Djibril Sidibé, quien también ha mirado desde el banquillo los dos triunfos galos en el torneo, que le aseguraron a Didier Deschamps el pase a octavos.
“Se pone a punto para estar listo cuando le toque entrar, trabaja duro. Converso seguido con él en la habitación, nos motivamos, intentamos mantenernos concentrados en el mismo objetivo”, añade “Djib”.
En doce encuentros con los Bleus, Thomas Lemar, pese a su carácter reservado fuera del terreno de juego, tuvo el tiempo de mostrar todo su potencial, todo lo que le puede entregar a su selección. Su partido de referencia fue ante Holanda en agosto pasado (4-0), en las eliminatorias mundialistas, con sus dos primeros tantos vestido de azul.
“Tiene una zurda magnífica”, dice el centrocampista Corentin Tolisso. “Sabemos que es importante en nuestro equipo. Puede hacer la diferencia en cualquier momento. Tiene una capacidad técnica para crear, saltear y dar un buen pase. También cuenta con un buen disparo de larga distancia”, le describe el hombre del Bayern Múnich.
Sin embargo, Deschamps no estuvo convencido de ponerlo contra Perú (1-0). El DT se inclinó por la experiencia de Blaise Matuidi y su perfil más guerrero. Lemar espera su hora contra Dinamarca, en un duelo que Francia necesita al menos un punto para asegurarse el pase a octavos como primero y evitar al ganador de la llave D, que por ahora es Croacia.