Los secretos de la final de América 1989

Olimpia y Atlético Nacional jugaron la final de la Copa Libertadores de 1989. Hoy se cumplen 30 años del partido que se disputó en Bogotá y el árbitro argentino Juan Carlos Loustau contó algunos detalles de la previa y el después del partido.

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En Asunción, Olimpia había ganado el partido por 2-0, la revancha se disputó en el estadio El Campín de la ciudad de Bogotá y se hablaron varias cosas de lo sucedido en la previa con las amenazas a jugadores de Olimpia y a los árbitros del partido.

“Qué partidito ese. Los juegos en los que la Conmebol me designaba fueron de distintos matices, pero todos de enorme responsabilidad. Dirigí dos finales de Libertadores, la Intercontinental en Japón, São Paulo con Barcelona, que tenían como técnicos a Telé Santana y Johan Cruyff”, comenzó la reseña del exárbitro a la 730 AM, ABC Cardinal.

“Ese partido en Bogotá fue de una adrenalina terrible, recuerdo que el presidente de Olimpia era Osvaldo Domínguez Dibb, padre de Alejandro. El presidente de Atlético Nacional era un señor muy amigo del presidente de la Federación Colombiana, Londoño. Olimpia tenía un equipo brillante, jugaban Amarilla, Almeida que siempre fue un arquero de mucha eficiencia. En Nacional estaban Higuita, Tréllez, Usuriaga, el juego fue limpio, ganó 2-0 Atlético Nacional por algunos errores que se cometen, me acuerdo que Fidel Miño marcó en contra, después empata y se definió por penales. Nunca en mis 40 años de arbitraje me tocó algo parecido en los penales, erraron siete de seguido”, comentó.

Después pasó a contar lo sucedido en la previa con un enviado posiblemente por el capo mafioso Pablo Escobar Gaviria. “Supe sobrellevar con dignidad la situación del momento que se vivía en Colombia. Estábamos en el Hotel con el médico del control de dóping, apareció una persona, típica del momento y se sentó al lado mío y me sugirió que haga algo que yo no lo iba a hacer de ninguna manera. Tomé una postura agresiva, me sorprendió la actitud de este hombre, era una discusión desproporcionada, soporté esas situaciones, me hice fuerte y el partido lo ganó Atlético Nacional”.

“Fueron amenazas de lo peor, me dijo que si no ganaban, era boleta, había dos caminos, volver a mi casa o fortalecerme. Buscar la fortaleza y decir que elegiste hacer eso e ir a dirigir el partido, así es la vida, como te da satisfacciones también te da cosas complicadas, puse todo lo que estaba a mi alcance para dirigir el partido. Erraron siete penales consecutivos después de terminar 4-4. Definieron de a uno y le tocó ganar a los colombianos, Olimpia pateó 4 penales afuera, podría haber ganado tranquilamente. Era una época linda para dirigir”.

Contó que trataron de amedrentarlo. “Pasaron 30 años y estoy contando lo que me viene a la memoria, estoy tratando de ser preciso. Trataron de amendrentarme, de asustarme, que si no se lograba el resultado ser boleta significaba que me iban a matar. Los que estaban cerca me preguntaban qué pasaba y él les dijo que sigan comiendo, tenían una gran habilidad para decir las cosas”.

Loustau comentó que dirigir un Mundial después de hacerlo en las eliminatorias sudamericanas es muy fácil, recordó que estuvo en Italia 90 en el partido de octavos de final entre Alemania y Holanda. “Dirigir un Mundial es fácil, los problemas están en las eliminatorias, no en el Mundial. En eliminatorias son partidos de altísimo riesgo porque un error le puede dejar fuera a un seleccionado, hay que estar bien preparado para arbitrar en eliminatorias, sobre todo en Sudamérica. Se van modificando situaciones para adornar a los tiempos, podés opinar o decir que otro tiempo había más habilidad, que hoy hay menos juego pero hay excepciones como el Barcelona de Guardiola. En Paraguay tuvieron jugadores espectaculares, hace 30 años, nadie podía imaginarse que Gabriel González iba a errar un penal, era un crack y lo erró”.

También le cerraron el paso después del partido y ahí sí se asustó. “Después del partido se me cruzaron algunos tipos, me iba a buscar un cassette porque no era como ahora que se televisaban los partidos. Era VHS, se grababa el primer tiempo en un cassette, después el del segundo tiempo, se juntaban los dos y dependía del sistema para ver en mi país. Me dijeron que no entendí el mensaje que me dijeron y ahí sí me asusté, tuve miedo. Me cruzaron dos autos y salí airoso porque estoy hablando con ustedes”.

“No dijo de quién era enviado, pero seguro era de Pablo Escobar. América de Cali perdió tres veces la final en esa época, yo estuve en la final de 1987 ante Peñarol. Tenía un equipo espectacular América de Cali, en la cuarta llegó Atlético Nacional, había una pelea entre Cali y Medellín, estos seguros dijeron que nos iban a amedrentar a los árbitros y jugadores”.

Señaló que dirigió varios partidos importantes pero el que más recuerda es el que jugaron en el 92 Barcelona y São Paulo en Japón. “El partido que más recuerdo a nivel internacional que fue insuperable fue el Barcelona de España ante el São Paulo de Brasil, tenía la oportunidad de dirigir mucho en Sudamérica y tuve el gusto de compartir un café con Telé Santana y Johan Cruyff, me invitaron a compartir un café y fue tan halagador, escucharlos hablar de qué pretendían de fútbol era muy rico, tener a dos figuras inigualables, conceptos que hablaban entre ellos y en dos días jugarían la final del Mundial de clubes. En ese partido solo hubo 14 faltas en 90 minutos”, finalizó.

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