En 1960 se creó la Copa Libertadores de América y durante casi 20 años el preciado trofeo pasó por manos de brasileños, argentinos, uruguayos y de nadie más. La hegemonía parecía inquebrantable y más aún para un equipo paraguayo, pero hubo alguien que pensó distinto.
Luis Alberto Cubilla Almeida había llegado recientemente al franjeado de la mano del presidente Osvaldo Domínguez Dibb para dirigir al por entonces campeón paraguayo. A su arribo a nuestro país el estratega charrúa dijo que venía a lograr el título de campeón de América y por supuesto nadie creyó que tamaña hazaña fuera posible.
Olimpia arrancó en la Copa en el grupo 2 donde superó a Sol de América y a los bolivianos Bolívar y Jorge Wilstermann. Su siguiente desafío fue Guaraní de Campinas y a continuación Palestino de Chile.
El último juego fue ante Guaraní de visitante y finalizó con un empate a un gol lo que le permitió al Decano lograr su segunda clasificación a una final de América tras la conseguida en la primera edición donde cayó ante el Peñarol uruguayo.
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En la final lo esperaba nada más y nada menos que el Boca Juniors argentino, el favorito con el golero Hugo Gatti como principal figura. La primera final sería en Asunción y la definición en Buenos Aires. Si hacía falta un tercer partido, sería en Montevideo.
En un Defensores del Chaco colmado por casi 50.000 personas el Olimpia logró un gran triunfo con goles de Osvaldo Aquino y Miguel Ángel Piazza. Cinco días después se venía el partido en la Bombonera de Buenos Aires.
Tras aquella victoria ocurrió la conocida anécdota que relata Don Osvaldo Domínguez en la que el presidente de Boca, Alberto J. Armando le ofreció la posibilidad de arreglar un tercer partido en Montevideo, pero el “Tigre” dijo no.
En la revancha el once de Cubilla que saltó al gramado de la Bombonera fue el siguiente: Éver Almeida; Alicio Solalinde, Roberto Paredes, Rubén Jiménez y Miguel Piazza; Luis Torres (72' Jorge Guasch), Carlos Kiese y Hugo Talavera; Evaristo Isasi, Enrique Villalba y Osvaldo Aquino (10' Rogelio Delgado). El compromiso finalizó sin goles y así el Decano comenzó su romance con la Copa Libertadores.
Luego de aquella primera copa al Decano se le abrieron las puertas del Olimpo y los títulos no dejaron de llegar. Intercontinental, Interamericana, Recopa Sudamericana, dos Libertadores más, etc.
En la actualidad el Decano tambíen se encuentra en disputa de otro torneo internacional, la Sudamericana, donde empujado por su gente, su historia y un plantel de jerarquía y experiencia buscará volver a donde le corresponde estar, en la cima del fútbol continental.