Los partidos internacionales de julio ante Escocia y Georgia fueron anulados, mientras que los partidos del Rugby Championship contra Argentina, Australia y Nueva Zelanda estaban programados para agosto y septiembre.
Roux no descartó sin embargo la posibilidad de disputar partidos fuera de casa en lo que resta de 2020. Los triples campeones del mundo se enfrentarían a Italia, Irlanda, Francia y Gales en la ventana de noviembre.
Sobre el Super Rugby, competición que opone a franquicias de cinco países, Roux considera que los neozelandeses no pueden tomar de forma unilateral la decisión de modificar el formato. Nueva Zelanda anunció la semana pasada la creación de una nueva competición en 2021, que incluye a clubes de Australia e islas del Pacífico, pero no de Sudáfrica y Argentina. La edición 2020 fue suspendida en marzo, y Nueva Zelanda y Australia comenzaron desde entonces sus torneos nacionales. AFP