Actualmente, esta luchadora encuentra en el deporte una herramienta terapéutica.
“Desde haberme recuperado me metí de lleno a la práctica del deporte como terapia”, cuenta, añadiendo que el deporte le ayudó “demasiado” y detallando que incluso subió a podios en su categoría en las corridas.
“Me gustaría que las personas que estuvieron o están en la situación que yo pasé puedan aprovechar al deporte para salir adelante. Cuando me diagnosticaron no me di por vencida”, continuó.
Envío un mensaje a las personas: “la enfermedad existe y tenemos que controlarnos cada año. Yo dejé de controlarme un año y ese mismo año me detectaron ya en Grado 5. Pero no me dejé vencer y hoy soy la mujer más feliz, más cuando hago deporte”.
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