Cinco años después de la decepción vivida en el Maracanazinho al perder en cuartos ante China, el conjunto de Jose Roberto Guimaraes, campeón olímpico en Pekín 2008 y Londres 2012, en ambos casos ante Estados Unidos, estará de nuevo en la lucha por las medallas.
El conjunto ruso que dirige el italiano Sergio Busato, que pasó a los cuartos como cuarta del grupo B, no se lo puso nada fácil. Comenzó con un 0-4, tomó la iniciativa y aunque Brasil apretó las clavijas se hizo incluso con el primer parcial (23-25).
Incluso prolongó su dominio hasta el ecuador del segundo set (10-15). Pero a partir de ahí comenzó a funcionar la maquinaria brasileña. Despertó el bloqueo, la defensa mejoró y el ataque comenzó a dar frutos.
Un parcial de 9-2 abrió un nuevo panorama (19-17). Las brasileñas equilibraron el partido (25-21) y crecieron de forma exponencial para hacerse con el mando sin remisión. El segundo parcial fue suyo (25-19) y se situó a un paso del triunfo.
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No desaprovechó su oportunidad. Rusia, que ganó sus dos últimos títulos mundiales ante Brasil en Japón en 2006 y 2010, trató de recomponerse. La verde-amarilla no le dejó y abortó intentos de 'rebelión'.
Su bloqueo fue infranqueable para abrir el primer hueco de la cuarta manga (12-8), pero las rusas no iban a reglar el partido. Anunciaron batalla. Se acercaron hasta el 12-11 y luego se adelantaron por 15-17.
Guimaraes tuvo que llamar a capítulo dos veces a sus jugadoras. El segundo tiempo muerto dio efectos inmediatos (17-17 y 22-19). El bloqueo y el poderío ofensivo relanzaron a Brasil. Si bien Rusia volvió a igualar el partido (22-22), la labor en la red y atrás le permitieron sellar el triunfo con un 25-22.
La otra semifinal la disputarán Serbia y Estados Unidos, que derrotaron por 3-0 a Italia y República Dominicana, respectivamente.
