Hasta tres medallas, dos oros y un bronce, lograron las representantes escandinavas, que arrancaron la sesión igualando el récord del mundo de Estados Unidos de los 4x50 estilo, tras imponerse en la final con un tiempo de 1:42.38 minutos.
Un triunfo en el que además de Sarah Sjostrom, que voló en la posta de mariposa, jugaron un papel fundamental las hermanas Sophie y Louise Hansson, que no sería la única vez que subirán al podio.
Y es que Louise Hansson volvió a hacer sonar otra vez el himno sueco en el Etihad Arena apenas una hora y media más tarde, tras imponerse en la final de los 100 espalda.
Dos escalones por encima de su hermana pequeña Sophie, que se tuvo que "conformar" con el bronce en la final de los 50 braza.
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Pero si alguien destacó este viernes en Abu Dabi ese fue el surcoreano Sunwoo Hwang, que confirmó todas las espectativas que generó en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, tras concluir quinto en la final de los 100 libre y séptimo en la de los 200, al proclamarse nuevo campeón del mundo del doble hectómetro.
Una prueba que presentaba, de lejos, el mejor cartel de todos los campeonatos con la presencia de siete de los ocho nadadores que disputaron el pasado verano la final olímpica en la capital japonesa.
Dura competencia que no se vio reducida ni por las tempranas eliminaciones del británico Tom Dean, el campeón olímpico, que finalmente no tomó la salida en las preliminares, ni del joven prodigio rumano David Popovici, que no superó la ronda previa.
Y es todavía seguían vivos en la carrera por el título nadadores de la talla del bitánico Duncan Scott, plata en Tokio, y el brasileño Fernando Scheffer, bronce en la cita olímpica.
Aunque finalmente el principal rival de Sunwoo Hwang, de 18 años, fue otro jovencito, el ruso Aleksandr Schegolev, de 19, que se quedó a tan sólo 3 centésimas de Hwang, que se alzó con su primer oro en un gran campeonato internacional con un tiempo de 1:41.60 minutos.
EL ESTADOUNIDENSE CASAS SORPRENDE A KOLESNIKOV
De mayor sorpresa puede calificarse el triunfo del estadounidense Shaine Casas en la final de los 100 espalda, tras imponerse al gran favorito, el ruso Kliment Kolesnikov.
Una victoria que dio la razón a los responsables del equipo estadounidense que seleccionaron a Casas en detrimento de Coleman Stewart, que estableció el pasado mes de agosto el nuevo récord del mundo con un tiempo de 48.33 segundos.
Marca a la que no se acercó ni Casas, ni ninguno de los otros siete finalistas, ya que el joven nadador estadounidense, que cumplirá 22 años el próximo 25 de diciembre, se alzó con el triunfo con un registro de 49.23.
Suficiente para imponerse al gran favorito, el ruso Kliment Kolesnikov, que tuvo que conformarse con la medalla de plata, tras tocar la pared 24 centésimas más tarde que el norteamericano.
Donde no hubo sorpresas fue en los 200 mariposa femeninos en los que la china Yufei Zhang, la vigente campeona olímpica, se impuso con claridad a la estadounidense Charlotte Hook, plata, y a la jovencísima bosnia Lana Pudar, de tan sólo 15 años, que logró el bronce.
De hecho, la nadadora china, que se impuso con un crono de 2:03.01, fue la única de las ocho finalistas capaz de bajar de los 2:04 minutos.
Un reflejo del claro estancamiento que se ha producido en esta prueba en los últimos años, ya que con la marca lograda este viernes por Zhang la china no hubiera ganado ni en los pasados Mundiales de Hangzhou, ni en los de Windsor 2016, ni mucho menos en los de Doha 2014 en los que la española Mireia Belmonte estableció el vigente récord del mundo -1:59.61-.
SHYMANOVICH NO NECESITA ACERCARSE A SU RECÓRD DEL MUNDO PARA GANAR
Donde sí se ha progresado, y de qué manera, es en los 100 espalda, donde el bielorruso Ilya Shymanovich hizo valer su condición de plusmarquista mundial para colgarse el oro.
Un triunfo que permitió al bielorruso, que se impuso con un tiempo de 55.70, nuevo récord de los Campeonatos, para tomarse la revancha de la derrota que sufrió el pasado mes de noviembre en los Campeonatos de Europa ante el italiano Nicolo Martinenghi, que en esta ocasión tuvo que conformarse con la medalla de plata con 55.80.
Quien no pudo cumplir con los pronósticos fue la italiana Benedetta Pilatto, la adolescente que asombró al mundo tras proclamarse en 2019 subcampeona del mundo en piscina larga con tan sólo 14 años, que no pudo subir a lo más alto de podio en la final de los 50 braza.
Ausentes su compatriota Arianna Castiglioni, la vigente campeona de Europa, y la jamaicana Alia Atkinson, la plusmarquista mundial y oro hace tres años en Hangzhou, que fuero descalificadas en las rondas previas, todo hacía apuntar al triunfo de Pilato.
Sin embargo, la italiana se vio sorprendida por la israelí Anastasia Gorbenko, que se colgó el oro con un crono de 29.34 segundos, 16 centésimas menos que Pilato, que tuvo que conformarse con la medalla de plata.
Cerró el podio la sueca Sophie Hansson, que tras contribuir al triunfo del relevo escandinavo en la final del 4x50 estilos, se colgó la medalla de bronce en los 50 braza con un tiempo de 29.55
Pero si la jornada no pudo ser mejor para la menor de las Hansson, de sobresaliente debe calificarse la actuación de su hermana mayor Louise, que añadió al oro logrado en el relevo el triunfo en la final de los 100 espalda.
Louise Hansson, que se impuso con un tiempo de 55.20 segundos, hizo valer sus excepcionales primeros 50 metros, en los que pasó por debajo del récord del mundo, para imponerse por tan sólo 2 centésimas a la canadiense Kylie Masse, plata en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio.
Plata que Canadá cambió por el oro en la final de los 4x50 libre tras imponerse con un tiempo de 1:28.55 a los Países Bajos, plata, y Rusia, bronce, gracias a una gran posta final de la campeona olímpica de los 100 mariposa Margaret Mac Neil.
