Tras el golpe en la mesa de las Avispas, la tabla de la Serie Nacional refleja este miércoles una feroz competencia por el primer puesto de un torneo que apenas llegó a su ecuador la semana pasada.
Ya son cuatro las plantillas que se encuentran empatadas en la cúspide: Mayabeque –que ha pinchado en las pasadas fechas y acumula cuatro derrotas al hilo–, Sancti Spíritus, Santiago de Cuba y Ciego de Ávila.
La lucha sin cuartel por el primer lugar no la libran únicamente esas cuatro novenas: por debajo de ellas hay otras dos que se encuentran a tan solo una victoria de diferencia de lo más alto del podio. Es el caso de Matanzas y Granma, el actual campeón.
Mayabeque no ha sido el único líder en recibir un baño, Sancti Spíritus sufrió 17 carreras en contra en su partido contra Pinar del Río, un equipo fuera de la zona de playoffs (noveno).
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La reanudación de actividades en los diamantes cubanos, tras el parón por el juego de estrellas del domingo, ha evidenciado una tendencia en la temporada: marcadores cada vez más abultados.
Las defensas de las escuadras permiten cada día más y más carreras en un deporte en donde anotar más de 10 por partido resulta extraño.
Justamente en el juego de estrellas, que reúne a los mejores jugadores –defensivos y ofensivos– de la liga, terminó con un marcador de 12-11 en favor de los cracs del occidente de la isla.
Desde el inicio del lanzamiento de la pelota, en enero pasado, la irregularidad ha sido una constante.
Sin embargo, eso ha propiciado una interesante lucha tanto en la parte alta como en la baja de los ocho puestos para calificar a la postemporada.
Por ejemplo, Villa Clara llamó la atención a inicios de mes por lograr diez victorias consecutivas, solo para que después perdiese ocho de sus siguientes 11 encuentros.
Los comandados por el histórico Pedro Jova caminan en la cuerda floja en la octava plaza.
Por detrás de ellos hay un par de equipos que suma dos victorias en sus últimos dos encuentros: Pinar del Río y los siempre mediáticos Industriales de La Habana.
