La etapa, una especie de clásica muy propia de aquellas tierras flamencas, se caracterizó por los constantes ataques desde el inicio Berg ten Houte, situado justo antes de la meta, donde se produjo el movimiento clave de la jornada.
En la subida a la cota se formó un grupo de 14 corredores entre los que sobresalió a la hora de resolver Mads Pedersen, el hombre que en 2019 sucedió a Alejandro Valverde como campeón del Mundo en ruta. El nórdico hubo de exigirse a fondo para doblegar a dos rivales belgas, y muy rápidos, como Tim Wellens (Lotto Soudal) y Jasper Philipsen (Alpecin-Fenix).
La fuga se formó tarde, a los 55 km, cuando despegaron del grupo 5 corredores: Mudgway, Debaele, Nick van der Meer ,Marchand y Vanoverschelde ( Tarteletto-Isorex). Nunca llegaron a tener una ventaja exagerada, pero entraron en el circuito final al que había que dar 4 vueltas con 2 minutos de renta.
La dureza del recorrido con las subidas Fortstraat, Ellestraat y Berg ten Houte, pasó factura coincidiendo con el inicio de la batalla en el pelotón, donde se pusieron en modo crono corredores de entidad, como Mauro Schmid (Quick-Step), Hermans (Intermarché) y Mads Pedersen.
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Tres hombres que se bastaron para echar abajo la fuga, aunque luego se disolvieron también en el gran grupo en el Berg ten Houte, donde la carrera empieza a volverse loca. Una escapada del británico Mark Donovan castigó a velocistas como Fabio Jakobsen, Sam Bennett o Arnaud De Lie, lo que filtró la lista de candidatos.
La carrera pasó por el "Kilómetro de Oro", una novedad que premia con 6 segundos de bonificación a los primeros, recompensa que se llevó Pedersen. Solo restaba la última subida a Berg ten Houte, de donde salieron los 15 elegidos para el esprint. Entre todos el más fuerte fue Mads Pederse (Tollose, 26 años), corredor con 23 victorias en su palmarés, entre ellas el Mundial, la Gante Wevelgem y la Kuurne.
Este jueves se disputa la segunda etapa entre las localidades de Beveren y Knokke-Heist, con un recorrido llano de 175.6 km y meta en ligero ascenso.