Eduardo Chozas, comentarista de ciclismo en Eurosport, volverá al Tour de Francia, en cuyo palmarés figuran 4 etapas con su firma. La organización de la "grande boucle", normalmente atenta con sus leyendas, le ofrece la oportunidad de revivir aquella hazaña in situ.
"El Tour me llamó para invitarme a ir a la etapa del Granon. La verdad es que fue una gran sorpresa cuando hablé con las autoridades del Departamento de los Alpes. En principio tuve dudas por mi estado de salud, hace 4 años que no viajo, pero al Tour voy porque es un orgullo que se acuerden de mí después de 36 años. Estoy muy agradecido", señaló Chozas a EFE mientras se desplazaba a Francia.
LA TV SE CENTRÓ EN EL DUELO ENTRE HINAULT Y LEMOND
En la edición de 1986 el Tour tuvo dos etapas similares a las de este año, dos jornadas alpinas consecutivas con las metas en alto en el Granon y el Alpe D'Huez. Aquel año, la realización de la televisión francesa enloqueció con el duelo entre Bernard Hinault y Greg Lemond y prestó escasa atención a la heroica escapada de Eduardo Chozas, quien entró en meta con amplia diferencia.
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Apenas unos escasos planos lejanos del ciclista madrileño en la subida al Izoard y la llegada resumieron una hazaña que quedó para el recuerdo. El impacto fue tremendo para los franceses, pues ese día Lemond le arrebató al "Caimán" Hinault el maillot amarillo. Además para siempre, pues el bretón no volvió a enfundarse la prenda dorada.
"Aquel año estaban seguidas las etapas del Granon y Alpe D'Huez. En la primera decidí probar suerte, estaba buscando una victoria. Empecé una fuga muy larga atacando en el Col de Vars, donde nadie me siguió. Hubo un parón por detrás y todavía quedaban a meta 155 km. Se organizó la persecución con 8 hombres, entre ellos Mottet, Fuerte y Cabrera, pero yo iba ajeno a todo", rememoró Chozas a EFE.
"LLEGUÉ FUNDIDO, DANDO TUMBOS"
Mientras Chozas abría camino y los 8 perseguían, Hinault se iba quedando en el Izoard y Lemond se le iba al "Tejón", que empezaba a despedirse del maillot amarillo. Unas condiciones de carrera adversas para el valiente corredor madrileño.
En su peregrinaje, Chozas recuerda:"Radio vuelta no daba diferencias, hacía mucho calor e iba fundido".
"Sebastián Pozo, auxiliar del equipo, me decía que iba bien, pero no me daba referencias concretas. Tenía mucha incertidumbre porque no sabía si los perseguidores iban cerca o lejos. Tenía ventaja, pero no lo sabía, lo dí todo y al final no veía ni el cartel de último kilómetro".
Chozas logró "una victoria muy especial" dando tumbos, totalmente vacío. Era la segunda vez que levantaba los brazos en el Tour. Un año antes ganó en Aurrillac, un año después, en 1987 en Morzine y l aúltima en 1990 en Saint Etienne. En su palmarés de 26 triunfos también se reflejan 3 etapas del Giro.
Como anécdota, Chozas comenta que aquel 1986 utilizó por primera vez los pedales automáticos, mientras aún se usaban las zapatillas con suela de madera, menos rígidas que las actuales de carbono. Además llevaba en su maleta una corona de 24 dientes que le daba facilidades para la escalada.
Ante la etapa de este miércoles entre Albertville y el Col de Granon, Chozas considera que "será decisiva" para confirmar o no la superioridad de Pogacar y el papel de "jefe de la oposición" del danés Jonas Vingegaard.
"De momento he visto igualdad, pero en el Granon se verá las condiciones reales de cada uno y de la carrera. Pogacar parece imbatible, pero las diferencias son mínimas. Será una de las etapas decisivas de este Tour. Para mi el Granon es más duro que el Izoard, el Tormalet o el Galibier", subrayó.
También considera Chozas que a partir de ahora "empieza el Tour de verdad".
"Llegan los etapones para aclarar la general. El dominio es de Pogacar, pero se pueden producir alianzas y estrategias decisivas. La carrera está bonita y la tercera semana será también interesante en los Pirineos".
