La italiana Elena Vallortigara, con un salto de 2,00 metros, se colgó la medalla de bronce con igual marca pero mejor concurso que la ucraniana Yrina Gerashchenko.
La invasión de Ucrania, que acarreó la inhabilitación de todos los atletas rusos para participar en los Mundiales, incluso los que gozaban antes de la autorización especial de World Athletics, había removido el principal obstáculo hacia la medalla de oro. Mariya Lasitskene, campeona olímpica y mundial, no pudo defender su título en Eugene.
El rótulo de favorita pertenecía en exclusiva a la ucraniana de 20 años que ganó plata en el Mundial de Doha 2019 y bronce en los Juegos de Tokio 2020, siempre a la sombra de la rusa.
Las principales adversarias procedían ahora de Australia: Nicola Olyslagers (antes McDermott), que ya derrotó a Mahuchikh en la batalla por la presea de plata en la final olímpica, y Eleanor Patterson, subcampeona mundial en pista cubierta este mismo año, por detrás de la ucraniana.
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Mahuchikh y Patterson eran las únicas que este año habían superado los dos metros, pero la campaña al aire libre había redoblado las esperanzas de la ucraniana, vencedora en los mítines de Eugene, Rabat, París y Brno, siempre por encima de los dos metros.
Patterson, que había derribado dos veces el listón en 1,98 y una en 2,00 metros, superó, en cambio, los 2,02 a la primera tentativa, y eso le dio el primer puesto en detrimento de Mahuchikh, que necesitó dos saltos para superar esa altura. Ninguna de las dos pudo con los 2,04.