Bühler ya ha navegado con el monocasco AC75 con el que el Alinghi competirá como desafiante en la 37ª Copa del América que se disputará en Barcelona en 2004. "Es como ir en un Formula Uno que vuela", insiste en una entrevista concedida a EFE.
Las reglas de la Copa del América exigen que las tripulaciones tengan la nacionalidad del país al que representa el equipo o nacionalizados bajo unas estrictas normas. De los dieciséis del Alinghi, solo él no ha nacido en Europa.
Nacido en Buenos Aires, tiene ascendencia suiza, esta casado con una argentina, es padre de dos hijos de 3 y 5 años, reside en Alella (Barcelona) y lo de la vela le viene de lejos. Y es que Matías Bühler fue subcampeón del mundo de la clase Optimist y Cadete.
"Para iniciar un proyecto con posibilidades, mi familia no tenía recursos. Así que en paralelo era entrenador, y ese trabajo me permitía comprar mis velas, mis materiales, etc., y con mucho esfuerzo puede mantenerme en la competición y luego en mi etapa universitaria también me permitía estudiar", recuerda.
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Bühler comenzó su carrera como entrenador en 1999 y llegó a dirigir al equipo argentino de Optimist, ganando los campeonatos mundiales de carreras por equipos de 2003 y 2005.
Ha estado en cuatro Juegos Olímpicos (tres como entrenador y uno como competidor) y en una veintena de campeonato mundiales y nacionales. Su primera experiencia fue en los Juegos Olímpicos de Pekin 2008 como entrenador del equipo argentino de la clase Tornado formado por Santiago Lange-Carlos Espínola, con el que ganó una medalla de bronce.
Después de eso estuvo como entrenador seis meses en un cantón suizo: "Tenía un trabajo, un coche y un apartamento. Con eso ya pude empezar a tirar hacia delante. También empecé a navegar con un tripulante suizo, lo que fue complicado, y después de esto decidí venir a España en 2009 aunque competía con Suiza".
En Londres 2012, fue el entrenador de Richard Stauffacher, un windsurfista suizo, que consiguió ser el mejor regatista de su país al acabar en décima posición.
En 2013 se unió a otro proyecto olímpico, esta vez navegando junto a la suiza Nathalie Brugger en la clase Nacra 17. Obtuvieron podios en Campeonatos del Mundo y Copas del Mundo, y acabaron los Juegos de Río 2016 con diploma olímpico (7º).En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, fue entrenador de la pareja japonesa Iitsuka-Hayama de la clase Nacra 17.
La llamada del Alinghi le llego en junio de 2021 por parte del entrenador del equipo Nils Frei y debió someterse a un proceso de selección con otro medio centenar de aspirantes.
"Fui con mucha ilusión, sin ninguna presión, a mostrar lo que soy y no le di demasiadas vueltas. La verdad es que no estaba en mis planes y fue algo de sorpresa, pensé si llega, llega.. y llegó; me eligieron y fue un momento increíble", afirma.
En cuanto a la tripulación, explica que, "son jóvenes", pero hay una gran parte del equipo "con experiencia en los catamaranes GC32 y TF35 y están muy rodados en competiciones".
"Creo que tenemos el talento y la disciplina y la manera de hacer las cosas con exactitud suiza y pienso que se puede llegar a un nivel muy alto y que se puede ganar la Copa. Soy un competidor nato y nunca me doy por vencido", sentencia.
