Antonio Guzmán recoge este año como "un orgullo" el testigo de su hermano Noé en la capitanía verdiblanca del derbi del Guadalquivir entre el Betis y el Sevilla, que se celebrará el próximo 12 de noviembre en la dársena del río sevillano.
"Dicen que de padres a hijos (de abuelos a nietos, una pasión llamada Betis). Añado que de hermanos a hermanos. Desde pequeño era un sueño, una ilusión poder llegar a ser el capitán del Betis, por lo que significa como remero y como aficionado. Para mí es un orgullo suceder a mi hermano. Hablé con los compañeros, se lo propuse y lo vieron con buenos ojos", dijo el remero en declaraciones a la organización.
Guzmán, de 31 años, compatibiliza su trabajo como psiquiatra en el Hospital Universitario de Valme y el Aula La Montera con la práctica del remo en el Real Círculo de Labradores tras una dilatada trayectoria en la que ha sido internacional y ganó dos coronas mundiales, en categoría juvenil (2008) y remo de mar (2016), modalidad en la que además logró una plata y un bronce intercontinentales (2015 y 2018).
Bronce también en la Copa del Mundo en 2015, el remero bético ha participado en las últimas doce Sevilla-Betis y ganado en once de ellas en un equipo que, según confesó, "engancha" y en el que, como en el once de Pellegrini, "todo el mundo" quiere "remar en el ocho de Gaspar Company" y "hay un gran esfuerzo por parte de todos los deportistas" para hacerlo.
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Sobre la posibilidad de sumar la duodécima victoria consecutiva y reducir diferencias en el acumulado (30-25) favorable al Sevilla, señaló que "cada año es un empezar de nuevo: nuevo reto, nuevas pruebas y ambición e ilusión como la primera vez que se rema esta regata con la camiseta del Betis".
"Hablamos de la duodécima, el palmarés, pero detrás de todo esto está lo que nos une, el remo, lo que permite que esto suceda", aseveró Guzmán, quien destacó igualmente al ocho femenino, "en el que cada año se van sumando remeras que ayudan a subir el nivel y mantener la exigencia".
El capitán bético indicó que, en las dos semanas que quedan hasta la regata, "toca transformar la fuerza y el trabajo individual de estos meses atrás en la fuerza del equipo para que los ochos corran lo máximo posible" y, en la línea en la que empezó, entonó como buen 'loco de la cabeza' el '¡Beeetis alé! ¡Real Betis Balompié!'.