Santos, que el pasado año se convirtió en el nadador de más edad -41 años y 10 meses- en subir a los más alto de un podio mundialista, selló su pase a la gran final tras nadar en las semifinales en un tiempo de 22.08 segundos.
Una marca que permitió al brasileño, que debutó hace veinte años en unos Mundiales de piscina corta, acceder a la final con la cuarta mejor marca de todos los participantes, a 18 centésimas del húngaro Szebasztian Szabo que logró el mejor crono con un tiempo de 21.90.
Circunstancia que obligará a Nicholas Santos a acercarse al récord del mundo que comparte con el húngaro Szabo con una marca de 21.75 segundos, si quiere repetir el oro que conquistó el pasado año.
