Tras golear con facilidad en la primera fase a las débiles Bélgica, Baréin y Túnez el conjunto danés se enfrentaba a su primer rival de envergadura, una selección croata, que hasta ahora tampoco había dejado las mejores sensaciones en la competición.
Pero en poco o nada se pareció este jueves el conjunto balcánico, al desnortado equipo que cayó por un contundente 31-22 ante Egipto en la primera jornada del Mundial.
Liderado en ataque por el pivote Marin Sipic, que cerró la contienda con nueve dianas, la selección croata dejó claro a los daneses que iban a tener que sudar tinta para llevarse la victoria.
Tal como dejaron claros los cuatro goles (9-13) de ventaja con los que Hrvoje Horvat se situaron a los veintitrés minutos de juego y que encendieron todas las alarmas en el equipo danés.
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Un inesperado resultado que hizo reaccionar a los nórdicos que lograron reducir su desventaja a tan sólo un tanto (15-16) al llegar al descanso.
Pero Croacia, que necesitaba puntuar para seguir viva en la carrera por los cuartos de final, no iba a rendirse y de la mano de Sipic, que tan sólo erró dos de los once lanzamientos que intentó, siguió por delante en el marcador (29-30) hasta llegar a los últimos cinco minutos de juego.
Un tiempo en el que Dinamarca, aferrada a los goles del joven central Simon Pytlick, autor de nueve tantos, pareció dar la vuelta a la situación tras situarse co un gol de ventaja (31-30) a poco más de tres minutos para la conclusión.
Nada más lejos de la realidad ya que Croacia volvió a igualar la contienda (32-32) con un tanto del central Igor Karacic a falta de treinta segundos para el final, lo que dejaba a los daneses en posesión de un último balón para ganar.
Pero los nórdicos no supieron a aprovechar esta oportunidad y con un fallido pase dilapidaron su última oportunidad, condenándose a un empate (32-32), que deja alguna duda sobre el favortismo del equipo danés.
