El Cruzeiro afirmó en un comunicado que exigió al deportista la "plena retractación y un pedido de disculpas" a todos los ofendidos, recalcando que el club "repudia cualquier acto que pueda significar incitación a la violencia".
"Esperemos que el episodio sirva de aprendizaje para todos, como una reflexión sobre el uso consciente de las redes sociales y de la responsabilidad que cada uno tiene en diseminar buenos valores. El deporte debe de ser una herramienta para propagar igualdad, tolerancia y respeto", afirmó el club.
El jugador de la selección brasileña se disculpó poco antes en sus redes sociales por la polémica publicación, en la que preguntaba a sus seguidores si le dispararían en la cara al presidente Lula.
"Quien me conoce sabe que jamás incitaría a la violencia contra ninguna persona, menos aún contra nuestro presidente", dijo Wallace sobre la publicación, que causó rechazo por parte del Gobierno brasileño y de autoridades deportivas.
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Wallace hizo la encuesta en respuesta a los comentarios de un seguidor a una foto en la que el deportista aparecía sujetando un arma de fuego.
El jugador de voleibol es un simpatizante declarado del expresidente Jair Bolsonaro y defiende el discurso armamentista del líder de la ultraderecha.
El deportista borró la polémica encuesta horas después de haberla publicado, pero el Gobierno brasileño y otras autoridades reaccionaron anunciando medidas judiciales.
En la esfera deportiva el Comité Olímpico Brasileño solicitó investigar el caso a su Consejo de Ética.