Tras caer en las tres primeras jornadas ante Irlanda, Escocia e Inglaterra, el XV del Dragón llegaba a la capital italiana anclado en la última plaza de la clasificación y con la posibilidad real de hacerse acreedor de la temida "cuchara de madera", que se otorga al último clasificado.
No es que Italia hubiera logrado mejores resultados, ya que los "azzurri" también contaban por derrotas su encuentros, pero si el juego de los italianos había dejado entrever un esperanzador futuro a medio y largo plazo, en el caso de los galeses pocas buenas noticias se habían podido extraer.
Una circunstancia que pareció espolear a los jugadores galeses, que los diecisiete minutos de juego ya vencían por un claro 3-15, tras los ensayos de Rio Dyer y Liam Williams.
El marcador se amplió todavía más a favor de los visitantes (3-22) superada la media hora juego el conceder el colegiado un nuevo ensayo al XV del Dragón al entender que el italiano Lorenzo Cannone había derribado ilegalmente el "maul" cunado gales empujaba para cruzar la línea de marcas.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Diecinueve puntos de ventaja que parecían permitir respirar a Gales que veía alejarse la "cuchara de madera", pero Italia, que ya dejó muy buenas sensaciones ante Irlanda y Francia, no estaba dispuesta a rendirse tan pronto.
Tal y como demostró a los do minutos del inicio de la segunda mitad con un ensayo de Sebastian Negri y la posterior transformación de Tommaso Allan, que volvieron a ajustar el marcador (10-22).
Un intento de reacción local con el que se encargó de acabar Taulupe Faletau, que firmó a los 49 minutos el cuarto ensayo galés (10-29), que hizo estéril el postrero ensayo de Italia, obra de Ignacio Brex a falta de once minutos para el final, que dotó de emoción (17-29) a los compases finales.
Incertidumbre que no impidió finalmente la victoria galesa que parece condenar a Italia a nueva "cuchara de madera", la decimoctava, desde que ingresó en el torneo en el año 2000.
