Guillermo Milano asume el reto de comandar a Argentina a sus cuartos JJ.OO.

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León (España), 11 mar (EFE).- El actual seleccionador argentino de balonmano, Guillermo Milano, ha destacado, en una entrevista concedida a EFE, que afronta con ilusión y ganas el reto de llevar al combinado albiceleste a sus cuartos juegos olímpicos consecutivos y dar el ansiado salto de calidad que llevan años buscando.

El primer paso para llegar a París 2024 serán los Juegos Panamericanos de Chile en el mes de octubre donde tendrán como principales rivales para la plaza olímpica al anfitrión, junto con la selección, a priori, más poderosa, Brasil y otras alternativas como Cuba -si finalmente participa- o Estados Unidos, que ya estuvo en el último mundial.

Concentrado durante esta semana en León (España) con el combinado albiceleste, Milano ha reconocido en una entrevista concedida a EFE que mantiene una relación, "casi paternal", con el técnico del Abanca Ademar, Manolo Cadenas, del que fue su ayudante en los "Gladiadores".

Milano, vinculado en las últimas décadas al balonmano argentino en todas sus categorías, desde la formación hasta ahora la absoluta, "descubrió" al veterano técnico leonés cuando éste vivía su primera exitosa etapa en el conjunto de su tierra en 2005 antes de su paso efímero por el FC Barcelona al que tuteaba, junto a otros equipos, en la lucha por títulos.

De hecho, su devoción por el técnico de Valdevimbre le llevó a seguir su estela en el conjunto azulgrana y posteriormente por las diferentes etapas de Cadenas en otros clubes, incluso fuera de España, como el Wisla Plock polaco o el Meshkov bielorruso.

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La casualidad quiso que el entrenador leonés acabara encargándose de la selección absoluta argentina y toda esa relación acumulada de años acabó derivando en que formaran pareja al frente de los "Gladiadores".

"Desde el primer momento me sentí muy identificado con él, en su filosofía y forma de pensar, aunque lógicamente cada uno con su impronta y carácter, porque no se trata de copiar, sino de aprender conceptos, ideas y formas de trabajo", asegura el heredero del técnico ademarista con Argentina.

De él, como de otros entrenadores a los que también conoce, casos del seleccionador actual, Jordi Ribera, o del reputado Juan Carlos Pastor, nuevo seleccionador egipcio, se queda con el sello de la "pasión por el balonmano, vivido intensamente y en todo momento".

RETOS DE LA ALBICELESTE

Por delante, el nuevo seleccionador argentino tiene el reto de clasificar al combinado albiceleste para sus cuartos Juegos Olímpicos en París 2024, cerrando el ciclo iniciado en Londres 2012, continuado en Río de Janeiro 2016 y ampliado en Tokio 2020, donde coincidió en el banquillo con el propio Cadenas, aunque él viviera las anteriores experiencias.

Su gran estreno en un mundial, el pasado mes de enero en Suecia y Polonia, se saldó con una posición discreta -19- marcada, sin duda, por el exigente grupo inicial con Noruega, Países Bajos y Macedonia, superando a ésta última, para después cruzarse con Alemania, Serbia y cerrar ante Catar, a la que lograron derrotar.

Todo en un contexto, según Milano, de un país que respira fútbol por los cuatro costados -más si cabe en la actualidad- y donde hay que competir con otras disciplinas también exitosas como el baloncesto o rugby que tienen por delante el camino andado de haber conquistado grandes logros internacionales con sus selecciones.

PAGAR PARA JUGAR

A ello hay que añadir que el balonmano en Argentina tiene una estructura de competición casi inexistente, al menos desde el punto de vista profesional y que se demuestra, según recalca el seleccionador, en una frase tan demoledora como que "hay que pagar para jugar".

Los jugadores pagan una cuota mensual para material e instalaciones y se dan circunstancias tan curiosas como si quieren cambiar de club han de pagar ellos mismos el traspaso.

Toda esta situación conduce a que los jugadores que destacan acaben en Europa y, especialmente, en la liga ASOBAL, habitual caladero de los mayores talentos argentinos que pueblan la competición española como se demuestra en que solo alguna excepción -Pedro Martínez- continúe en su país, motivado fundamentalmente por los estudios.