"Es algo muy importante para mí ganar el Dauphiné, una de las más importantes del mundo. Por supuesto, estoy muy feliz", señaló en la meta de La Bastilla de Grenoble.
Vingegaard llegó en segundo lugar a meta, solo superado por el italiano Giulio Ciccone, pero con antelación respecto a sus rivales de la general, quienes atacaron en la última subida.
"Yates quiso acelerar en la subida final, y Majka estaba al frente, pero me sentía bien y lo intenté en solitario. Creo que puedo estar muy satisfecho con toda la semana. Estoy en buena forma y todo el equipo corrió fantásticamente. En cierto modo, estoy sorprendido con las diferencias en la clasificación general", comentó.
Ante el comienzo del Tour de Francia, que saldrá de Bilbao el 1 de julio, Vingegaard explicó que aún le queda trabajo por hacer.
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"Ahora me relajaré unos días y luego haré la última preparación para el Tour de Francia. Todavía tengo un poco de trabajo por hacer, pero no es mucho".