La segunda etapa de la Vuelta 2024 entre Cascais y Ourém lo puso de manifiesto al llegar los ciclistas para disputar el segundo triunfo con más de media hora de retraso sobre el horario inicialmente previsto.
Si la etapa tenía que acabar a las 16:30 horas en Portugal lo hizo 32 minutos después de lo calculado por la organización. Los 44 km/h de promedio inicialmente previstos se quedaron en unos raquíticos 37,198 km/h tras cruzar la meta victorioso el australiano Kaden Groves (Alpecin-Deceuninck), y eso que el tramo final lo cubrieron por encima de los 50 km/h.
El viento frontal que tuvo que soportar el pelotón desde el comienzo llevó a consumir más de la mitad de los 192 kilómetros iniciales a un ritmo por debajo de los 35 km/h, que quedaron mínimamente compensados con el acelerón final para disputar la etapa que en el caso del belga Wout van Aert (Visma-Lease a Bike) podía tener el premio de vestirse de rojo.
El belga, que suma hasta nueve segundos o terceros puestos esta temporada y solo dos victorias, al menos consiguió el premio de ser el nuevo líder.
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Para van Aert el maillot rojo llegó con un sabor agridulce tras la caída de uno de los hombres fuertes de su equipo para trabajar en favor del líder, el neerlandés Dylan van Baarle, que terminó viéndose obligado a abandonar.
Los Visma-Lease a Bike han pasado del año de gloria que fue el 2023, con un pleno de triunfos con corredores diferentes en Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España, han pasado a vivir la miseria de tener que sobrevivir a los numerosos obstáculos que le han ido apareciendo desde que se estrenó el 2024.
La escapada del día volvió a tener como protagonista al español Luis Ángel Maté (Euskaltel-Euskadi), el más veterano del pelotón del Vuelta y el único por encima de los 40 años, que en la primera etapa tuvo el honor de ser el primero en tomar la salida y completar el recorrido.
Junto al andaluz y desde los primeros kilómetros rodó el vasco Ibón Ruiz (Kern Pharma), ambos hicieron camino bajo la mirada contemplativa de un pelotón que ante el viento frontal y la imposibilidad de hacer abanicos se limitó a ir dejándoles consumir kilómetros.
El asunto del cambio de hora también debió de afectarle de alguna manera en la presentación de los equipos el jueves al líder del Red Bull-Bora, el esloveno Primoz Roglic, que hizo en solitario su presentación en el podio ante los aficionados lusos tras haber llegado unos minutos tarde a la hora a la que estaba convocado junto al resto de sus otros siete compañeros.
La experiencia llevó al exsaltador a poner en hora su reloj para el sábado, el día de la verdad con la contrarreloj inicial, no hacer tarde y aunque no llegó a tener opciones de pelear por la victoria si firmar un buen octavo puesto, el mejor tiempo entre los aspirantes al maillot rojo final, a 16 segundos del estadounidense Brandon Mcnulty (UAE Emirates).
Otro que también estuvo a punto de llegar tarde a la Vuelta fue el australiano Jay Vine (UAE Emirates), fue el último ciclista en llegar a la capital lisboeta, aunque su motivo no fue un despiste a la hora de retrasar la hora, sino porque el miércoles por la noche acompañó a su mujer en el nacimiento de su hijo en el Principado de Andorra.
