La selección española masculina de baloncesto en silla de ruedas se despidió de la pelea por las medallas de los Juegos Paralímpicos de París al caer en cuartos de final con Alemania, que supo encontrar los puntos débiles de su rival con una buena defensa y el liderazgo de Thomas Boehme, que anotó 26 tantos.
"Sentimos tristeza por el hecho de que estábamos jugando bien. Yo creo que habíamos demostrado un nivel competitivo muy, muy alto y sabemos que somos capaces de poder estar entre los cuatro mejores del mundo y haber podido pelear por medalla", dijo Carrión, en la zona mixta del Bercy Arena.
"En estos partidos si el equipo rival está mejor que tú caes eliminado. Hoy no hemos tenido todo el acierto que a lo mejor hemos tenido en otros partidos y ellos, con una defensa cerrada, nos han generado muchísimos problemas. Todos teníamos mucha ilusión y muchas esperanzas de poder pelear por las medallas", confesó el seleccionador, que desveló que tras estos Juegos hay varios jugadores que no seguirán en el combinado nacional.
"Sabemos que hay gente que a lo mejor no continúa en la selección y tenemos que pasar el duelo porque todos somos una familia y queríamos que esas personas se retirasen con una medalla al cuello, que era lo que se merecían", comentó.
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"Tenemos tristeza pero también muchísimo orgullo por el plantel de jugadores que tenemos. Hemos demostrado que somos una selección que está entre las mejores del mundo. Como había jugadores que estaban llorando, me he limitado a decirles que íbamos a agradecer al público la presencia y después en el vestuario a soltar. Que el que quiera llorar, que llore, el que quiera gritar, que grite, y el que quiera meterse en su burbuja, que se que se meta. Trataremos de reconstruirnos lo antes posible porque mañana jugamos. La competición no ha acabado, queremos ser quintos del mundo", concluyó.
