Un estratosférico registro que permitió a Hobson rebajar en 30 centésimas el tope mundial -1:38.91- que él mismo estableció el pasado viernes, cuando se convirtió en el primer hombre en toda la historia en bajar de la barrera del minuto y treinta y nueve segundos.
Tiempo que condujo a Hobson, bronce en los pasados Juegos Olímpicos de París, aventajar en 1.75 segundos al australiano Maximilliam Giuliani, que se colgó la medalla de plata con una marca de 1:40.36 minutos, nuevo récord de Oceanía.
Más lejos quedó todavía el belga Lucas Henveaux, que logró el bronce con un registro de 1:41.13, a más de dos segundos y medios del estadounidense Hobson.
