Los aficionados en esta ciudad del sur de la India viven su primer título liguero en casi dos décadas.
Los medios indios han mostrado imágenes de estampidas y aglomeraciones de personas, algunas de ellas desvanecidas, en las inmediaciones del estadio M. Chinnaswamy Stadium del RCB.
Por el momento, un alto funcionario local, DK Shivakumar, ha reconocido que la aglomeración en Bangalore era "incontrolable" y ha pedido disculpas, pero aún no ha confirmado cifras de fallecidos o heridos.
Los Royal Challengers Bangalore, liderados por el gran ídolo del críquet indio, Virat Kohli, lograron anoche su primer título en la Indian Premier League (IPL), tras vencer en la final a los Punjab Kings.
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El equipo al completo celebró el título con una ruta en autobús entre el M. Chinnaswamy Stadium y la Legislatura de Bangalore, sede del Gobierno del estado de Karnataka.
Aunque la presencia de aficionados desbordó inicialmente las calles de la ciudad, provocando especulaciones en la prensa india acerca de la continuidad de la celebración de los RCB, finalmente el equipo de Kohli pudo ser recibido por las autoridades de Karnataka.
Según mostraron imágenes de televisiones locales, algunos seguidores del RCB se subieron a las ramas de los árboles y a las azoteas de edificios, como el Tribunal Superior de Karnataka, para poder seguir al autobús de su equipo.
Muchos aficionados corrieron detrás de los autobuses, coreando el nombre de los jugadores.
Los jugadores de los RCB se dirigen de vuelta a su estadio para continuar con las celebraciones.
Anoche, Bangalore fue escenario de numerosos festejos, principalmente con espectáculos pirotécnicos y fuegos artificiales, para celebrar la victoria del equipo de Virat Kohli, el sudafricano AB de Villiers y el jamaicano Chris Gayle.
La IPL ha sido históricamente dominada por los equipos de Chennai y Bombay, con cinco títulos para cada uno, y por Calcuta, con tres.
La victoria de Bangalore marca así un punto de inflexión en la historia de la competición y añade una página memorable a la carrera de Kohli, la superestrella de 35 años que ya era figura entre los grandes del críquet mundial.
