"Me sorprenden las diferencias. Es bastante grande en una contrarreloj tan corta, así que estoy muy contento de haberles sacado más de un segundo por kilómetro a todos, e incluso dos segundos por kilómetro a algunos", dijo Evenepoel tras aventajar en 20 segundos a Vingegaard y en 48 a Tadej Pogacar.
Vestido de amarillo, ahora deberá defender el liderato el fin de semana con las etapas de montaña.
"Me siento bien y siempre es un placer llevarme a casa una victoria del World Tour. Estoy muy bien de peso, mejor que el año pasado a estas alturas. He estado trabajando muy duro entre bastidores, día a día, confiando en el proceso, y hoy era un día en el que quería rendir al máximo. Ahora nos centraremos en el fin de semana e intentar defender el maillot hasta el domingo", comentó.
Será un duelo interesante el de Evenepoel con Vingegaard y Pogacar, con las montañas alpinas como testigos.
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"Necesito ponerme a prueba contra Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard en alta montaña. Para eso trabajé. La subida de hoy ya fue una prueba. Creo que lo hice como quería. Me siento contento, me siento bien tanto en la subida como en el llano. Es bueno para lo que nos espera este fin de semana y el mes que viene", explicó.
Evenepoel sabñia que tenía que hacer una contrarreloj excelente para adelantar a sus rivales, y tener un día "perfecto".
"Fue una crono realmente dura, con una subida exigente. Mi objetivo era ir lo más rápido posible hasta la zona intermedia y luego mantener un ritmo constante. Tenía ventaja con mucho viento a favor en el valle, así que la aproveché para aprovechar al máximo mi posición, y luego fui lo más rápido posible en la subida con una estrategia de ritmo perfecta", dijo.
En definitiva, " muy contento con esta victoria, la número 1000 del equipo. Es un día especial, estoy muy orgulloso de haberlo conseguido", concluyó.