Tras imponerse a la dupla formada por Stupaczuk y Lebrón por 7-5 y 6-4, en el Oysho Valladolid Pádel Premier P2, el jugador de Mojados ha mostrado su felicidad absoluta por haber podido sumar otro triunfo a su ya extenso palmarés, delante de su gente.
"Hoy me he sacado esa espina que tenía de no haber podido ganar en este escenario, y de cumplir lo que le prometí a mi abuelo cuando paseaba con él por aquí hace años", ha advertido el número uno del mundo.
Su sueño se ha convertido en realidad, gracias al trabajo realizado tras perder en Roma, y por eso ha querido agradecer a todos los que han estado a su lado para prepararle para esta importante cita, marcada en rojo en su calendario deportivo.
Su motivación principal ha sido contar con su gente, tal y como ha reconocido, y estar al lado de un Agustín Tapia que sigue demostrando un increíble nivel de juego, y que supone un pilar fundamental para su compañero.
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En un alarde de generosidad, el argentino ha querido ceder el protagonismo a Coello, aunque antes ha alabado el partido realizado por sus rivales, Juan Lebrón y Franco Stupaczuk, quienes tuvieron ventaja en el primer set.
"Ellos comenzaron muy bien, y nos pusieron las cosas cuesta arriba, pero supimos recomponernos y remontar en esa primera manga, lo que ha resultado fundamental para conseguir la victoria", ha analizado.
Asimismo, ha dejado claro que, tras la derrota en el Major de Roma, han seguido aprendiendo, y ha ensalzado la dedicación de Coello para llegar con la máxima ambición a la prueba vallisoletana.
Tapia y Coello se han convertido en una de las parejas más laureadas de la historia del pádel, y todo apunta a que pueden seguir batiendo récords, puesto que su alianza en la pista se fortalece con el tiempo.
