"Jugué bien al golf (...) En general, estoy muy contento con la ronda. Un día realmente bueno. Acepto la puntuación. Me siento con confianza", resumió Rahm su jornada en declaraciones al final de la primera ronda, en la que acabó con 70 golpes, uno bajo par, a tres del liderato provisional.
Rahm remarcó que las condiciones no fueron fáciles debido al chaparrón y el viento y que perdió alguna oportunidad para hacer algún 'birdie' más. "Con la lluvia siempre es difícil. Estaba haciendo buenos 'swings'. El agua se mete entre la bola y el palo y puede ir a cualquier parte", analizó.
"Siento que, en cierto modo, tienes entre nueve y diez hoyos muy difíciles y nueve hoyos muy, muy factibles", añadió para describir el campo de Royal Portrush, en Irlanda del Norte, donde se disputa el torneo.
Comentó su gesto de enfado cuando al comenzar el hoyo 11, un aficionado silbó y le desconcentró: "Tienes el golpe de salida más difícil del campo, lloviendo, contra el viento de la izquierda, ya es suficiente. Sé que no lo están haciendo a propósito. Parecía alguien tratando de contactar con otra persona por lo que sea".
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"Fue un mal momento. Empleé el momento para liberar la tensión que podía tener. Siendo honesto, probablemente no me afectó tanto como hice que pareciera. También fue un mal 'swing'. Simplemente un hoyo difícil. Es frustrante, pero es lo que es", puntualizó.
El jugador vasco reiteró que sería "especial" ganar la Jarra de Clarete porque supondría convertirse en el único español con tres 'majors' diferentes y el segundo en ganar el Abierto Británico tras Severiano Ballesteros, quien lo consiguió tres veces.
"Lo hace muy, muy especial, además de todo lo que ya es. Pero eso es la teoría. Espero que el domingo pueda responder a esa pregunta un poco mejor", comentó Rahm al ser preguntado por el significado de conquistar el último grande de la temporada.
El número uno del mundo, el estadounidense Scottie Scheffler, también se mostró satisfecho con su primera manga, en la que acabó con -3: "Pegué muchos golpes buenos de salida, muy sólido, así que una buena dosis de confianza para las próximas dos rondas".
Scheffler se refirió a sus palabras del pasado martes en las que confesó que los títulos que conquista en el golf no le llenan lo suficiente y que da más importancia a la familia que a las victorias.
"Estoy tratando de jugar lo suficientemente bien como para ganar el torneo. Lo he dejado bastante claro a lo largo de mi carrera. En cuanto a mis comentarios, trato de ser lo más honesto posible. A veces siento que tal vez debería ser un poco menos honesto. Quizás no debería haber dicho lo que dije porque ahora me van a preguntar más al respecto. Pero realmente es solo una cuestión de perspectiva y algunos jugadores se me han acercado y me han dicho que sienten y piensan lo mismo. Si alguien está en desacuerdo conmigo, aún no me lo ha dicho en la cara", afirmó el jugador estadounidense.