Última llamada al esprint

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Mont Ventoux (Francia), 22 jul (EFE).- El diseño de la etapa 17 del Tour de Francia plantea un escenario preponderante: una llegada al esprint. Pero las carreteras escarpadas, la debilidad de los equipos de los esprinters y el viento que suele soplar en el tramo final de la jornada pueden cambiar las previsiones.

Los 160,4 kilómetros entre Bollène y Valence llevan bien marcado el cartel de etapa de transición, en dirección a los Alpes donde el Tour se aposentará los tres días siguientes.

Una jornada con dos puertos de cuarta categoría lejos de la meta y 50 kilómetros finales totalmente planos, que dejan en manos de los equipos de los esprinters la posibilidad de forzar una nueva llegada agrupada, la quinta de una edición que les ha puesto caras las posibilidades a los 'bólidos' del pelotón.

Tras la victoria del belga Jasper Philipsen en la primera etapa en Lille, las dos de su compatriota Tim Merlier y la primera conseguida en las carreteras francesas por el italiano Jonathan Milan, los llegadores han ido contemporizando en la montaña a la espera de un nuevo esprint.

Valence les ofrece las mejores opciones, con una recta final totalmente plana, quizá el último momento para demostrar su potencia, porque la etapa de los Campos Elíseos está precedida por tres subidas a Montmartre que pueden cambiar el escenario clásico de una jornada tradicionalmente destinada a ellos.

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El recorrido no les deja muchas posibilidades y, cuando se las pone, como en la etapa de este miércoles, obliga a los equipos a trabajárselas.

Porque la jornada presenta terreno para lanzar fugas, que tendrán que rodar para neutralizar, en una edición en la que esas formaciones no han demostrado una gran fortaleza.

Por si fuera poco, las carreteras del departamento de la Drome están expuestas a un viento que se anuncia cambiante, lo que puede ofrecer terreno para abanicos en los 50 últimos kilómetros, lo que puede tirar por tierra el final masivo.

En todo caso, las cabezas de los favoritos para la general estarán ya puestas en el Col de la Loze, la etapa reina de la edición, con el ascenso a tres puertos de categoría especial y un desnivel acumulado de 5.450 metros.

- Etapa 17: Bollène - Valence, 160,4 km

. Salida: 13.50 horas (11.50 GMT)

. Llegada prevista: 17.19 horas (15.19 GMT)

. Montaña:

Col de Pertuis (4a), a 94,1 de meta

Col de Tartaiguille (4a), a 43,4.