Vingegaard y Visma claudican a rueda de Pogacar

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La Plagne (Francia), 25 jul (EFE).-"Queríamos ganar la etapa y esta era la manera de vencer a Tadej", decían los técnicos del Visma de Jonas Vingegaard en la cima de La Plagne tras la etapa alpina. La visión de Pogacar era diferente: "Creí que atacaría Jonas, pero se quedó a mi rueda".

La promesa de Vingegaard del pasado lunes en la jornada de descanso no se cumplió. "Atacaré aunque pierda el segundo puesto". Ni en La Loze ni en La Plagne, el equipo del danés, ni el propio Jonas, dieron la sensación de tener las fuerzas suficientes ni la táctica adecuada para evitar el dominio absoluto del esloveno.

Conformismo por todos los lados. Pogacar ha corrido a la espera de ataques y movimientos de los rivales que nunca llegaron. Con el amarillo blindado le bastó con defender, prescindiendo incluso de la ambición para luchar por etapas míticas como las del Mont Ventoux, La Loze o La Plagne.

Por su parte, Vingegaard ha sido el más interesado en defender su plaza. Sus ofensivas contra Pogacar se han reducido a un par de aceleraciones que ni levantaron de la bici a su enemigo número 1. El danés, doble ganador del Tour, se irá sin ganar la etapa, cuando ese era el único objetivo que le quedaba.

La última opción para buscar las grietas de Pogacar era La Plagne. Jornada corta, pero explosiva. Dos puertos de categoría especial y un segunda no dieron para desplegar estrategia alguna contra el patrón del UAE y su equipo. Ambos quedaron a solas en el último ascenso.

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El marcaje entre ambos dio lugar al ataque del neerlandés Thymen Arensman, inteligente y poderoso a la hora de saltar. Se llevó el premio gordo con todo merecimiento. Ese juego de póker privó a Vingegaard de lograr, al menos, un triunfo de prestigio.

Debido a ese juego de póquer y a la actitud de espera, el danés llegó demasiado tarde para evitar que Arensman consiguiera la victoria de etapa. Ni para ese premio de consolación tuvo pericia el Visma.

"No pudimos recuperar 4.24 minutos. Queríamos ganar, y esta era la manera de vencer a Tadej, obligarlo a trabajar, pero él también quería ganar. Ambos calcularon mal. Si la etapa hubiera sido más larga habríamos intentado algo diferente. Pero estaba claro que iba a ser muy difícil", admitía Grischa Niermann, director del Visma.

Vingegaard, segundo en la etapa, y Pogacar, tercero, se cruzaron tras pasar la línea de meta. Se dieron la mano. "Enhorabuena", le dijo Jonas a Tadej. Tal vez la felicitación que admite que su gran rival ya es el ganador del Tour 2025.