Gretchen Walsh ratifica su dominio en las pruebas de mariposa

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Redacción deportes, 2 ago (EFE).- La estadounidense Gretchen Walsh confirmó su condición como la mejor mariposista de los Mundiales de Singapur tras sumar al título de campeona del mundo que logró en los 100 metros, la medalla de oro que conquistó este sábado en la final de los 50.

Una final en la que Walsh fue la única capaz de bajar de la barrera de los 25 segundos, tras imponerse con un crono de 24.83, casi medio segundo menos que su más inmediata perseguidora, la australiana Alexandria Perkins, que se colgó la plata con un tiempo de 25.31 segundos, nuevo récord de Oceanía.

Diferencia que demuestra que la norteamericana no tiene rival en la prueba corta de mariposa en ausencia de la sueca Sarah Sjostrom, la plusmarquista universal, que, embarazada, se ha alejado de manera temporal de las piscinas.

Grousset completa el doblete en los 50 y 100 mariposa

Si Walsh no tiene rival en las pruebas de mariposa en la categoría femenina, en la masculina el indiscutible 'rey' es el francés Maxime Grousset, que completó el doblete en los 50 y 100 mariposa tras imponerse este sábado en la prueba del hectómetro con un tiempo de 49.62 segundos.

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Grousset rebajó en 6 centésimas la anterior plusmarca continental, en posesión del húngaro Kristof Milak con un crono de 49.68 desde 2021.

Una 'mordisco' que aupó al francés a la tercera plaza de la clasificación mundial de todos los tiempos, sólo por detrás del plusmarquista universal, el estadounidense Caeleb Dressel, que posee con 49.45 segundos y 49.50 las dos mejores marcas de siempre.

McEvoy no tiene rival en los 50 libre

McEvoy no necesitó, por contra, acercarse a legendario récord del mundo del brasileño Cesar Cielo para imponerse en la final de los 50 libre y sumar un oro mundial al título de campeón olímpico que conquistó el pasado en los Juegos de París.

Un triunfo incontestable, ya que McEvoy, que se impuso con un tiempo de 21.14 segundos, aventajó en 12 centésimas, todo un mundo en la prueba del largo, a su más inmediato perseguidor, el británico Ben Proud, que como ya ocurrió en la cita olímpica tuvo que conformarse con la plata con una 21.26.

Mucho más retrasado llegó el estadounidense Jack Alexy, que tocó la pared a 32 centésimas del oceánico para colgarse la medalla de plata con un crono de 21.46 segundos.