Philipsen (Mol, 27 años) dio una importancia especial a su victoria en Novara, ya que tuvo una dura caída en la tercera etapa del Tour y sufrió una fractura de clavícula. El proceso de recuperación fue perfecto y el belga volvió al podio.
"Esta victoria es un sueño después de lo que sucedió en el Tour. Tenía baja la motivación después de la caída y la retirada, pero vine a la Vuelta después de una preparación dura, y tenía mis objetivos. Esta victoria supone mucho para mi", explicó.
Philipsen remató un trabajo perfecto del Alpecin Deceuninck, que colocó al ganador en la mejor posición posible para batir a todos sus rivales.
"Confié en el equipo y tuve un buen lanzamiento. Mis compañeros saben lo que hacen, y yo estaba motivado porque sabía que lo podíamos conseguir. Parece fácil, pero ha sido un gran trabajo de todos", señaló.
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El velocista belga recordó otra victoria especial, la primera que logró en la Vuelta en 2020, "el año del covid".
