Con esta victoria, Hocker se convirtió en el segundo estadounidense en ganar un título mundial en los 5.000 metros después de Bernard Lagat en 2007 y, también, salvó a su país de irse sin ganar una medalla en carreras de larga distancia en estos Mundiales de Tokio.
De haberse producido ese hecho, salvado por Hocker en la última jornada de competición, Estados Unidos se hubiera retrotraído al Mundial de 2005 en Helsinki, el último gran campeonato internacional al aire libre, incluido Juegos Olímpicos, en el que su país no obtuvo medallas en pruebas de larga distancia.
La carrera fue muy trabajada para Hocker y, de hecho, sus compatriotas Nico Young, sexto, y Grant Fisher, octavo, hicieron todo lo posible por llevar el ritmo que más les convenía pensando en la táctica a seguir tratando de desgastar a los rivales.
El que más lo pagó fue el Jakob Ingebrigtsen, que tenía depositadas muchas esperanzas en esta final y más tras el duro revés sufrido por la eliminación en la primera ronda de los 1.500. El noruego, que llegó a estos Mundiales sin competir en seis meses debido a una lesión en un tendón de Aquiles, pagó caro la inactividad competitiva y acabó desfondado en el décimo puesto (13:02.00).
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Los acompañantes en el podio de Hocker fueron el belga Isaac Kimeli (12:58.78), plata, y el francés Jimmy Gressier (12:59.33), bronce, que hace una semana hizo historia con el oro en los 10.000, convirtiéndose en el segundo atleta 'blanco' de la historia en colgarse el oro en esta disciplina tras el italiano Alberto Cova en 1983.
Cole Hocker amplía con este oro en los 5.000 de los Mundiales de Tokio un palmarés que también incluye un oro olímpico en 1.500 en París 2024 y una plata en 1.500 en los Mundiales de pista cubierta de Glasgow.
