Riske, que pasaba por primera vez en su carrera a octavos de un Grand Slam, necesitó poco más de una hora y media para imponerse a la australiana y reciente campeona de Roland Garros sobre la hierba del All England Club londinense.
Barty, que había empezado el partido con tan buen pie como hasta ahora en el torneo, vio el viento girar en el segundo set donde cometió muchos más errores que la estadounidense, quien también fue más eficaz con sus primeros saques. La australiana no logró hacer tanto daño con su servicio como está acostumbrada: marcó dos aces en esa manga, pero también dos faltas dobles presionada por un buen resto de la estadounidense.
Su adversaria, 55ª jugadora de la clasificación femenina, no desperdició la oportunidad de eliminar a la primera raqueta del mundo. “Estoy tan orgullosa de mí misma y de la forma en que he gestionado el partido de hoy y todos los anteriores”, afirmó Riske, visiblemente emocionada. "No puedo ni empezar a explicar lo que esto significa para mí”.
