Wimbledon será con capacidad reducida aunque el número de espectadores será oficial más adelante con el propósito asegurar el máximo posible. “Sin embargo, estamos trabajando para ser lo más flexibles posibles y poder responder a cambios de última hora que nos permitan aumentar o reducir la capacidad, antes y durante las dos semanas que dura el torneo”, expresó en un comunicado.
“Por esta razón, queremos asegurarnos que podemos dejar la decisión sobre la capacidad del público hasta lo más tarde posible, para poder acoger al mayor número de personas”, agregó la organización. Este año, el Grand Slam arrancará el 28 de junio, una semana después de que el Reino Unido, si todo continúa como está previsto, levante las restricciones por coronavirus.
Además, el torneo confirmó que este año no habrá “The Queue”, la tradicional cola organizada en el parque de Wimbledon Park, donde la gente acampa incluso durante la noche para conseguir entradas a bajo precio. La organización también anunció que será obligatorio para todos los jugadores, sus respectivos equipos, los jueces y trabajadores, permanecer en hoteles.