Tras un inicio perfecto de encuentro ante el 154 del ránking, de 25 años, Davidovich se descentró y permitió que su rival, un tenista que le pega fuerte a la bola, se reenganchara al duelo.
Pero en la manga definitiva, el español, 46 del mundo a sus 21 años, regresó con fuerza para anotarse el duelo y quedarse a un escalón de los octavos, su techo en Grand Slam, logrado en el Abierto de Estados Unidos del año pasado.
Para lograrlo tendrá que vencer al noruego Casper Ruud, un especialista sobre la tierra batida, 15 favorito, que derrotó al polaco Kamil Majchrzak, por 6-3, 6-2 y 6-4.
El escandinavo llega con un buen nivel, tras haber gando el torneo de Ginebra y haber jugado las semifinales de Montecarlo, Múnich y Madrid, todo ello sobre arcilla.
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El único duelo entre ambos tuvo lugar en la pista dura del torneo Next Gen, que enfrenta a los mejores jóvenes de final de temporada, en 2019.
Davidovich reconoció que "esperaba ganar en tres sets", pero que "un Roland Garros es muy largo y todo puede pasar".
"Lo tenía controlado, pero tras perder el tercero, en el cuarto tuve un apagón, me relajé. Pero cuando he empezado el quinto ya sabía de nuevo que quería ganar", señaló.
El español se está especializando en ganar largos maratones y nunca ha perdido un partido a cinco sets en un Grand Slam.
"Jugar a cinco sets es como una maratón y mi equipo tiene mentalidad de maratoniano, así que en el quinto doy el máximo", comentó.
Sobre el duelo contra Casper, se esperó un duelo muy duro: "Tiene todos los golpes, es muy sólido, con buena derecha".
