"Él ha jugado muy bien y me ha dado muy pocas opciones. Viene con una fuerza y una intensidad que en tierra batida es difícil de seguir. No he conseguido estar al nivel que me hubiera gustado", lamentó el octavo cabeza de serie del torneo en la sala de prensa después del partido.
Carreño restó importancia al hecho de que el encuentro de Alcaraz en las semifinales, que se disputaron este domingo por la mañana de después de que la jornada sabatina se aplazara a causa de la lluvia, durara dos horas más que el suyo.
"Al final venimos de una semana muy dura tanto él como yo. Tuvimos que doblar el viernes y hoy. Él ha jugado un partido muy duro y muy largo (contra De Miñaur), pero ha salido muy agresivo. Quizás al estar tan cansado lo ha visto más claro. Ha estado muy acertado y ha sido muy complicado plantarle cara hoy", analizó el asturiano.
Pese al "mal sabor de boca por perder la final", el gijonés se mostró satisfecho por su rendimiento a lo largo del torneo, en el que se había marcado el objetivo de "recuperar sensaciones".
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"No ha salido el partido que quería, pero ha sido una semana muy positiva. He ganado partidos buenos, jugado a un gran nivel y disfrutado mucho en la pista jugando en casa", reconoció.
Carreño afirmó que "sabía cómo jugar" contra un oponente del que es "amigo" y al que conoce "mucho", pero luego no ha logrado "poner en práctica la teoría".
"Él ha salido muy agresivo, tirado duro desde el fondo y ha logrado ganadores desde muchos sitios. Yo necesitaba estar muy acertado y no ha salido. No es normal medirte a un jugador que conoces tanto, pero ojalá que nos enfrentemos muchas veces más y en finales", sentenció.