La potestad del 'Big Two'

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2394

Madrid 16 dic (EFE).- Vuelve a hacer las maletas Carlos Alcaraz para poner en marcha la nueva temporada y la defensa del número uno del mundo con el que va a cerrar este 2025 y del que va a presumir mientras pueda en el año venidero, que promete otro mano a mano casi permanente con el italiano Jannik Sinner, con el que comparte autoridad y dominio en el circuito.

El abrazo en la red con el deber cumplido del jugador de San Cándido con el de El Palmar, en el corazón de la pista cubierta del Inalpi Arena de Turín, echó el cierre competitivo, oficial, de un año intenso, donde el italiano y el español prolongaron un pulso desde el principio hasta el final por ser el mejor del circuito.

La lesión en los músculos isquiotibiales del muslo derecho no borraron la sonrisa permanente de Alcaraz. La dolencia le restó opciones de erigirse en el primer español desde Alex Corretja en 1998 y Manuel Orantes 1976 en ganar el evento que reúne a los ocho mejores de cada temporada y claudicó, mermado, ante Sinner, imbatido bajo techo en los dos últimos años.

Bolonia puso el punto y final a la temporada de Alcaraz a pesar de su intención de liderar a la selección española en las Finales de la Copa Davis de Turín. Las pruebas médicas desaconsejaron al murciano formar parte del equipo de David Ferrer y a las pocas horas dejó Italia y volvió a El Palmar, a descansar, a disfrutar de la vida familiar que tanto le gusta y que paladea con cuentagotas desde que es profesional.

España se quedó en puertas del éxito en la competición por equipos. Puede que con Alcaraz el trofeo hubiese vuelto, por séptima vez, a la historia de la 'Armada'. Pero sucumbió ante el dominio del conjunto azzurro, equipo local, sin Sinner, campeón por tercer año seguido.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Se quedó al margen Carlos Alcaraz de la selección por las secuelas físicas de una temporada intensa que cerró coronado como el mejor del año, como número uno del mundo.

Apura los días de asueto el murciano repuesto de ese edema muscular, que normalizó su imagen, dejó de lado el rubio platino que estrenó tras la conquista del Abierto de Estados Unidos y recuperó su aspecto de siempre. No todo fue El Palmar en el relax de este joven de 22 años que bate registros en cada actuación. Familia, pesca, viaje a Miami, momentos con Juan Martín del Potro y NBA.

Con el pasaporte en regla y la maleta hecha el número uno del mundo ha tenido compromisos que cumplir antes de afrontar la competición. Además de las exhibiciones con el estadounidense Frences Tiafoe y el brasileño Joao Fonseca tiene previsto un cara a cara con Sinner en Corea, desde donde ya se trasladará a Melbourne, con el Abierto de Australia como primer gran reto.

Entre vuelo y terminal repasa el pupilo de Juan Carlos Ferrero lo que viene por delante y aquello de lo que disfrutó en el 2025. Ochenta partidos a las espaldas, con 71 triunfos y solo nueve partidos perdidos. Momentos de gloria, épicos, grandes éxitos, contratiempos físicos.. muchas vivencias que con el tiempo se apagan pero permanecen en el historial.

Alcaraz cierra el 2025 con ocho títulos y otras tres finales perdidas. La cosecha comenzó en Rótterdam y creció con los Masters 1000 de Montecarlo y Roma. Fue finalista en Barcelona y después renunció el Mutua Madrid Open por una lesión en los aductores. Entre ceja y ceja, Roland Garros. Conquistó París otra vez en una final inolvidable ante Sinner y después ganó en Queens, perdió en Wimbledon, volvió a vencer en las citas de Cincinnati, un Masters 1000 y el Abierto de Estados Unidos, su segundo Grand Slam de la temporada y el sexto de su carrera, y culminó su cosecha con el título de Tokio. No le alcanzó físicamente, mermado, para abrillantar el año con las Finales ATP.

El 2025 demostró que el tenis es cosa de Alcaraz y Sinner. Ambos se repartieron los grandes éxitos y también el liderazgo en la clasificación ATP. Novak Djokovic sigue vigente, apura sus últimas bocanadas sobre la pista pero a sus 38 años no quiere aún decir adiós. Ganó en Ginebra y Atenas para elevar a 101 su histórica cosecha de títulos. Pero no parece darle para más. En cuanto el español o el italiano se cruzan en su camino, decae. No le ha alcanzado para un nuevo grande ni cinco sets. Veinticuatro majors conforman su trayecto. Más que nadie.

Tres meses estuvo Jannik Sinner apartado de las pistas, sancionado por dopaje. Aceptó el italiano un castigo de noventa días en un período de la temporada en el que no había grandes retos por asumir. Ningún Grand Slam. Llegó a un acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje y estuvo sin jugar desde el 9 de febrero hasta el 4 de mayo. Sinner, que acabó el 2024 en la cima del ránking, dio positivo por Clostebol en un control al que se sometió en marzo de ese año.

Se perdió Miami, Indian Wells, Montecarlo, Madrid y volvió en Roma para ponerse a punto para Roland Garros. El italiano, que conquistó el Abierto de Australia, no volvió a jugar hasta el Foro Itálico que contempló el primer pulso del año con Alcaraz, que ganó en dos sets. El transalpino de 24 años no perdió su condición de número uno.

Alcaraz redujo las distancias pero no le quitó en ese momento del primer lugar del podio. Ha completado un gran año el italiano, con dos Grand Slam -Australia y Wimbledon- el Masters 1000 de París, las Finales ATP y los torneos de Pekín y Viena. Seis trofeos levantó en el 2025 el italiano, ahora segundo de la clasificación mundial, que perdió cuatro finales, todas ante Alcaraz: Roma, Roland Garros, Cincinnati y el Abierto de Estados Unidos.

Solo seis derrotas en la temporada Jannik Sinner. Únicamente el kazajo Alexander Bublik en Halle y el neerlandés Tallon Griekspoor en Shanghai pudieron doblegar al italiano además de Alcaraz.

Acumula cuatro Grand Slam por ahora Sinner que ha vuelto a dar un año más sensación de fortaleza, de solidez y de fiabilidad. Es un martillo el italiano que no deja de estar en cada tramo final de cualquier evento. Es más que un aspirante, más que un favorito. Es una baza casi segura.

Se ha convertido en un clásico del tenis los enfrentamientos entre el español y el italiano. No dan opción a más. Con Djokovic en el tramo final de su recorrido y la irregularidad que no parece desaparecer del alemán Alexander Zverev, carecen de un tercer rival. Lo suyo es un big two. Han jugado dieciséis veces entre ambos, con diez partidos ganados para Alcaraz y seis para Sinner.

Ocho de los cara a cara, la mitad de los que han dirimido, han sido en final, con el título en juego. Seis de ellas en este 2025. Carlitos se impuso en cuatro. En dos el partido acabó del lado del italiano.

ÉPICO ROLAND GARROS; VENGANZA EN WIMBLEDON

La final de París fue inolvidable. Alcaraz y Sinner han revitalizado la magia, la puja, lo heroico, lo legendario y la gloria que tantas veces hicieron suyo Rafa Nadal con Roger Federer o Novak Djokovic; cualquier cita entre componentes del Big Three. Parecía que nada podía ser igual, pero los choques entre el italiano y el español, al menos, se acercan a aquello. Y lo que vendrá.

Roland Garros fue la máxima expresión de esa rivalidad eterna. En el año del homenaje y el recuerdo a Nadal, donde gobernó catorce veces, Alcaraz apuntó a digno sucesor y triunfó por segundo año seguido con gran parte de los principios que engrandecieron la carrera del balear. Buen tenis, concentración, fe, espíritu de lucha. Remontadas imposibles.

Fue la final más larga de la historia. El español revalidó el título en París tras superar tres puntos de partido ante Sinner al que derrotó en un duelo gigante (4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3) y 7-6(2)) en cinco horas y media. La Philippe Chatrier disfrutó de un partido histórico, sin tregua. Pero Alcaraz se agarró al partido, no desfalleció y terminó con amarrar un triunfo que parecía imposible. Era su quinto grande, el segundo en París que le erigió en el tercer jugador del siglo XXI en revalidar la corona en Francia tras Nadal y el brasileño Gustavo Kuerten. Sinner, sin embargo, se marchó con su mejor papel sobre la arcilla gala.

El sexto jugador de la Era Abierta en remontar dos sets en una final de Roland Garros -tras Bjorn Borg, Ivan Lendl, Andre Agassi, Gastón Gaudio y Novak Djokovic- se asentó entonces como número uno del mundo.

Sin embargo, no tardó en sellar su venganza Sinner que se hizo con Wimbledon por primera vez en su carrera e impidió el tercer éxito seguido del murciano. Fue el cuarto Grand Slam para el transalpino que se tomó la revancha de París. El primer italiano en triunfar en el All England Club de Londres ganó en cuatro sets. Dio la vuelta a la situación tras perder la primera manga y triunfo por 4-6, 6-4, 6-4 y 6-4 ante el que era vigente campeón, que se quedó sin triplete.

"Sufrí una derrota muy dura en París. La intenté aceptar y seguir trabajando. Esa es una de las razones por las que ahora estoy con este trofeo", reconoció Sinner que apretó la carrera por la cima del ránking.

Pero el pulso entre los dos mejores jugadores del momento no se detuvo ahí. Tras ganar Wimbledon ambos coincidieron otra vez en el partido por el titulo en el Masters 1000 de Cincinnati al que el transalpino llegó en malas condiciones físicas. Solo duró cinco juegos y se retiró.

Entonces se citaron en la final del Abierto de Estados Unidos, el último Grand Slam de cada temporada que podía haber fijado el equilibrio en majors ganados por cada uno. Pero ganó el español que volvió a conquistar Nueva York. Tres años después de conseguir su primer grande triunfó de nuevo en Estados Unidos y sumó su sexto gran torneo a sus 22 años. Recuperó en la pista Arthur Ashe el dominio en el circuito el número uno del mundo con el que ha cerrado el 2025, un año memorable.

Sinner ganó veintiuno de los veintidós partidos que jugó hasta el final de temporada y que le reportaron los triunfos en Pekín, Viena, París y Turín. Solo se estancó en Shanghai, superado en segunda ronda por Griekspoor.

Alcaraz dosificó su plan. Participó en la Laver Cup, donde perdió con el estadounidense Taylor Fritz y ganó al argentino Francisco Cerúndolo, conquistó Tokio y se cayó pronto -primera ronda- del Masters 1000 de París. En las Finales ATP llegó hasta el último partido, lastrado, dañado. Y perdió antes de renunciar a la Davis.

En pleno descanso Alcaraz echa una mirada al horizonte, a los nuevos alicientes del año que llega. Exhibiciones nada más antes de acudir a Melbourne, al primer Grand Slam de cada temporada.

Es el reto inicial sin discusión del murciano para erigirse en el más joven en completar el Grand Slam. será la del 2026 la sexta presencia en Australia. Y nunca ha superado los cuartos de final que llegó en las dos últimas ediciones. En el 2024 fue superado por el alemán Alexander Zverev y en el 2025 perdió contra Novak Djokovic. Mientras, en ambas triunfó Sinner, que jugará por séptima vez. Hace dos temporadas venció a Daniil Medvedev en la final, el pasado año batió a Zverev.