Un sensible homenaje a la migración en clave docu-ópera

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La escenografía también estuvo acorde a la calidad de esta obra, recreando de buena forma el lugar donde la gente pasó sus días esperando llegar a nuevo destino.
La escenografía también estuvo acorde a la calidad de esta obra, recreando de buena forma el lugar donde la gente pasó sus días esperando llegar a nuevo destino.ABC Color

El miércoles pasado se realizó el estreno de la ópera “Oceano”, del compositor italiano Girolamo Deraco. Este homenaje a los inmigrantes, en el género docu-ópera, convocó a un público que se vio emocionado, y que llenó el Gran Teatro del Banco Central del Paraguay.

Las migraciones son parte de nuestra historia. El movimiento y establecimiento de personas en un nuevo lugar es un hecho que configuró y sigue configurando identidades. Todos somos descendientes directos o conocemos a una persona que tuvo que dejar su país por algún motivo.

Pero si alguien no fue protagonista directo, puede ser difícil imaginar lo que padecieron o padecen los migrantes. En este caso, la docu-ópera “Oceano” (por su escritura en italiano) retrata la migración italiana del 1900 a Sudamérica.

Girolamo Deraco se inspiró en la novela “Sur l’Océan”, de Edmondo de Amicis, para crear también la música, mientras que el libreto fue de Giuseppe Nicoló.

Con el transcurrir de la obra, entre canciones y narraciones (todo en italiano) uno podía imaginar cómo fueron realmente esos viajes en barco, de a veces meses de duración; pensar cómo fue esa convivencia entre personas en busca de una mejor vida lejos de su tierra de origen. Cuántos sentimientos en común: tristeza, impotencia, nostalgia, miedo, como también esperanza. Además enfrentándose a la imprevisibilidad del clima. La obra generó la sensación de que el público mismo hubiera atravesado todo eso con ellos.

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Los protagonistas principales como Alejandra Meza, José Mongelós y Mathías Barranco, entre otros, otorgaron a sus personajes el balance justo entre la técnica y la emotividad, lo necesario para crear personajes muy reales. Por su parte, el coro Asunción Lírica, preparado por la Prof. Kathryn Kasper, se vio y oyó sólido, ya sea en el ensamble de voces como en la energía compartida.

En tanto la Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional, bajo la precisa batuta de Diego Sánchez Haase, ejecutó con delicadeza la propuesta musical de Deraco, con tintes italianos, y que generó con exactitud los diferentes climas por los que atravesó la obra.

Un detalle significativo al inicio fue cuando los músicos fueron ingresando desde los costados, ocupando de a poco sus lugares. Ese mismo acto ya se podría comparar con el proceso lento de migrar. Un plus, es que los intérpretes también vistieron ropas acordes a la historia.

La forma narrativa de docu-ópera, adoptada ahora por Deraco, fue desarrollada de forma justa para ponernos en la piel de este gran grupo de personas, de distintas edades y bagajes, que compartieron esta experiencia, que nunca dejará de ser una realidad para muchos. Para algunos quizás de forma voluntaria, para otros de forma obligatoria.

Algo técnico a mejorar para una futura presentación de esta obra fue el aspecto de los subtítulos, que no siempre salían bien sincronizados y, por momentos, no se distinguían bien las palabras, ya sea por el tamaño de las letras o por la ubicación de la pantalla.

victoria.martinez@abc.com.py