Esta exposición surgió en España, pues las obras pertenecen al acervo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). María e Irene montaron así la muestra en setiembre pasado y Paraguay es el primer lugar donde empezó su itinerario, en junio pasado. La misma estará habilitada hasta el 17 de agosto y puede ser visitada de lunes a viernes de 15:00 a 21:00 y los sábados de 09:00 a 18:00, en el Juan de Salazar (Herrera y Tacuary).
Lo que se presenta en la muestra “se dibujó en un momento muy duro, pues nosotros estábamos en plena dictadura franquista, en la que la censura era muy fuerte y los propios artistas se autocensuraban para no sufrir las consecuencias de cárcel, etc”, expresó María Blanco Conde a ABC Color.
De esta manera se pueden ver cuarenta y cuatro viñetas de quince artistas “hoy en día muy consagrados”, como Cesc, Picazo, José Luis Mena, Tono, Luis Medrano, Pascual Palacios, Estebita, Rafael Munoa, Zeus, López Rubio, Gabi y Chumy Chúmez. Esto también sirve para ver que “además de lo que es el chiste, el humor ha pasado a ser un género periodístico”, resaltó Blanco. Añadió que incluso en España “existen tesis doctorales de este género a partir de los años 70”.
La denuncia a través del humor es algo que sigue vigente, así como también siguen habiendo “grandes problemas para ciertos humoristas relacionados con el mundo islámico que han incluso sufrido atentados”, apuntó la curadora española. No obstante, en su región y en la nuestra, dijo, “no tenemos ese tipo de problemas en cuanto a censura, hay muchísima libertad”.
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Más allá de las bromas, las viñetas exhibidas tienen un serio trasfondo, pues fueron dibujadas en “un periodo de pobreza, hambre, miseria y represalias contra los republicanos”. No obstante, Blanco señaló que la ventaja era que la revista Mundo Hispánico llegaba a veintitrés países de Latinoamérica, y no mostraba solo el trabajo de humoristas españoles porque también colaboraban otros que escribían en periódicos de dicho continente.
“La suerte que hemos tenido es que algunas de estas viñetas se han conservado hasta la actualidad. Eso es lo que estamos viendo ahora con pequeños guiños que le hemos añadido en el trabajo de algunos de los autores, para crear una nota más añadida al humor que ya tiene”, explicó.
Hablar de temas como estos a través del humor sirve para “echarle no solamente sal sino pimienta a la vida, y tiene que ser algo divertido, porque forma parte de nuestra existencia y de nuestra inteligencia como ser humano el encontrarle el punto humorístico y sarcástico a las cosas”, indicó Blanco Conde.
Esta exposición desarrollada aquí “es un trocito de España, de nuestra historia, en Paraguay, pues tenemos una conexión por nuestra cultura. Además muchas de ellas (las viñetas) no tienen siquiera letras, simplemente con un vistazo se entienden, además son atemporales, siguen haciendo gracia y resultan desde cierto punto conmovedoras”, concluyó.