Lucas Monzón: en busca de la sonoridad de nuestros tiempos

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Lucas Monzón charló con ABC Color en el mirador de Punta Karapã, frente a la que fuera la casa de José Asunción Flores, creador de la guarania.
Lucas Monzón charló con ABC Color en el mirador de Punta Karapã, frente a la que fuera la casa de José Asunción Flores, creador de la guarania.Archivo, ABC Color

El acordeonista argentino Lucas Monzón está en Paraguay como parte de la residencia artística “Jazz del Sur. Un encuentro entre polcas y guaranias”. Antes de las clases magistrales y conciertos, el músico habló con ABC Color y reflexionó sobre su búsqueda estética entre la música de la región y otras influencias. Hoy será su última presentación en Drácena, con Pedro Martínez Trío.

Lucas Monzón es un acordeonista y compositor chaqueño, referente de la música del litoral argentino que fusiona las raíces del chamamé, la sonoridad del tango y las improvisaciones del jazz.

Forma parte del movimiento de música contemporánea del litoral de su país junto a nombres como Chango Spasiuk, Nini Flores, Coqui Ruiz, entre otros. Actualmente, viene difundiendo su álbum “Franco”, nominado a los premios Gardel a Mejor álbum de chamamé de 2019.

Monzón, quien ya estuvo en nuestro país anteriormente, celebró esta generación de vínculos que se da con este proyecto. “La música que estoy haciendo se gesta a partir de estos movimientos, porque es en ellos donde uno se entrelaza y comparte música con otros artistas y en diferentes bagajes culturales, es ahí donde se producen muchísimas mixturas”, manifestó el artista.

En ese contexto colaborativo, que surge con las residencias artísticas, del compartir con otros músicos, es donde “uno se carga de cosas”. También es en ese marco, a su criterio, “donde se le da importancia a la gente que se mete de lleno en la investigación de la música, en la búsqueda estética, que son caminos muy largos por recorrer, a diferencia de hacer otros tipos de música que ya están como más instauradas en el sector popular”, reflexionó.

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Justamente en un mercado musical es donde se conoció con el baterista Víctor S. Morel, quien es el curador de este proyecto. Al decir de Lucas, la idea surge a raíz del deseo de Morel de “definir las estéticas”. Ese trabajo plantea qué estilos musicales pueden funcionar con otros, y es así que por primera vez el acordeonista tocará con Pedro Martínez, a quien solo lo conocía por redes sociales.

Volver a lo materno

Las búsquedas estéticas que cada uno tiene en su desarrollo de repertorio, “tienen un bagaje bastante importante de todo lo que uno tiene incorporado, porque todo ese bagaje cultural musical que uno va adquiriendo trata siempre de volcarlo a su lenguaje materno, en su caso (de Pedro) la música paraguaya y en mi caso la música chamamecera, y aparte de todo nos une una historia increíble”, indicó.

Monzón creció así bebiendo del chamamé, lo cual no le impidió empaparse de otros estilos, pues “la música argentina está muy vinculada entre sí”. “Hay un ritmo muy característico de nuestra zona que es el rasguido doble, que rítmicamente tiene una hermandad muy propia con el tango y con la milonga, como con otros estilos también”, señaló.

Pero lo que hoy en día se busca, expresó Lucas, es “indagar en nuestro propio fondo, ver cómo opera en nosotros ese tipo de música y qué realmente sabemos”, es decir, trabajar la música de manera “más consciente”.

Desde su visión, hoy día también es importante que su generación deje un legado a las futuras generaciones, “no solamente musical, sino un camino trazado para que tengan oportunidad de acceder a más materiales, para que no les sea tan largo el camino”, en el sentido “de que haya métodos, mejores niveles de enseñanza, de acceso a la información, un marco de referencia más importante, más exacto, más específico, y en esa tarea estamos, de alguna manera militar por las buenas costumbres y por la buena música”.

Tocando el paisaje

Más allá de las diferencias que existen entre los estilos, algo fundamental que señaló Monzón “corresponde al temperamento y a la calidad del ejecutante”. “Por eso mismo digo que también hay tantos estilos, porque esta es una de las características fundamentales que tiene nuestra música, creo que responde exactamente a la situación geográfica en que se enmarca cada uno, cada artista traduce su paisaje, no solamente externo sino interno, entonces eso hace que se creen tantos estilos diferentes en la región”, manifestó.

Asimismo, observó que algo que diferencia entre Argentina y Paraguay de otros países, es que para nosotros “no existen los métodos de enseñanza”, lo que quiere decir que “tampoco se toca la música de manera escrita, no hay una forma académica, pero así y todo la música es muy compleja y variada”. En dicho sentido, para él “hay muchos datos que son importantes, entonces es fundamental tener a nivel consciente lo valiosa que es nuestra música para poder desarrollarla, ayudarla a que evolucione y que se expanda y llegue a otros lugares del mundo”.

Entender las formas

A la hora de pensar en romper con las formas tradicionales de tocar ciertos estilos, contó que en su país también esa discusión sigue siendo un tema de debate. “Hay quienes defienden, pero eso corresponde a que la música popular colabora en función al gusto popular, porque la música nace desde ese contexto”.

Entonces lo que sucede en los últimos tiempos, al decir del músico, es que se diferencian “la música pasiva, que sería la música que se escucha pero que se baila, que colabora en el contexto cultural más masivo, y la música que se escucha más a nivel activo, es decir cuando uno va a tocar a un bar hay gente que te va a escuchar”.

Es desde ahí que “empiezan a aparecer otros elementos, porque la música necesita de alguna manera que tenga un desarrollo más propio, más amplio, de los colores, de las funciones y de las tímbricas, etc”. Por ello es esencial que “aquellos que quieran tocar e indagar sobre nuestras músicas conozcan bien de qué se trata el género”.

Aprender desde la base

Monzón ve como algo fundamental que se generen plataformas, en este caso digitales “donde uno sepa dónde están los artistas más importantes a los que uno quiere llegar”. Porque si uno quiere “aprender a tocar guarania o chamamé ¿cómo hace?”, porque “internet es un arma de doble filo, sirve tanto para construir como para destruir, porque si uno no tiene un marco referencial es difícil saber qué tomar y qué descartar”.

Pero en el contexto de “la búsqueda del repertorio, saber qué escuchar es muy importante”. En Corrientes, por ejemplo, “se han creado plataformas donde están todos los músicos chamameceros más importantes”, porque por lo general ese es un conocimiento “que se transmite de manera oral”.

“Hay un profundo desconocimiento, mismo hasta en la zona donde yo vivo (Resistencia), de quiénes son los intérpretes y quiénes son los artistas más importantes, porque se ha perdido mucha información, muchas cosas han quedado en el olvido, no así para los músicos chamameceros que profesamos esta música pero sí para el público en general”, lamentó también.

Más allá de hacer música

Monzón recordó sus anteriores visitas a Paraguay, ya sea para pasear, como también para tocar. Estuvo presentándose en la Embajada Argentina y también junto a los arpistas Sixto y Juanjo Corbalán.

En dicha ocasión, además de compartir música, contó que sostuvo largas charlas con ellos “de haber trabajado el concepto también de que no solamente es tocar música” lo que ellos hacen, sino “saber qué son las cosas que uno necesita para crecer, para estar firme, para estar equilibrado espiritualmente, porque eso es súper importante”, remarcó.

“Hoy por hoy se está abriendo esa conciencia espiritual”, indicó el músico. Recordó como con unos amigos artistas, en broma dijeron que harían “charlas colectivas de autoayuda”, ya que “hay un montón de músicos que son increíbles y re importantes para la cultura pero están como adormecidos por el miedo de no poder salir y tener un contexto muy hostil en el cual es muy difícil desarrollarse”.

Por eso mismo, destacó, “son importantes este tipo de encuentros como “Jazz del Sur”, porque esto a uno le carga energía, encontrarse con gente que celebra la música de la misma manera”.

Disfrutar el momento

Esta noche será la última presentación de Monzón en el marco de esta residencia, y se llevará a cabo en Drácena (México 732), a las 22:00. Las entradas costarán G. 25.000.

En esta ocasión el músico actuará con Pedro Martínez Trío, proyecto liderado por el guitarrista Martínez, junto a Gonzalo Resquín (batería) y Chino Corvalán (bajo).

“Las cuestiones que suceden en el momento presente no se van a repetir nunca más, van a tener solamente una oportunidad de escuchar este recital. La música en vivo es eso, que nunca más se repite, así que vengan y escuchen y llévense un lindo recuerdo”, invitó el argentino.

RESIDENCIA ARTÍSTICA “JAZZ DEL SUR”

“Jazz del Sur” es un programa impulsado por la organización Ibermúsicas, de la cual nuestro país forma parte a través de la Secretaría Nacional de Cultura. La propuesta es generar vínculos musicales con referentes de la música regional. El evento es presentado por Síncopa Producciones, con la curadoría de Víctor S. Morel. La semana que viene estará el saxofonista brasileño Jota P. para presentar su propuesta junto al cuarteto Joaju.