El concierto, como es habitual, será en el Teatro Municipal (Pdte. Franco y Chile), desde las 20:00.
El recital se iniciará con Dos melodías elegíacas, del noruego Edvard Grieg. Luego, en calidad de primera audición, se presentará la obra Concertino para oboe y orquesta, del suizo Volkmar Andreae, que tendrá como protagonista al uruguayo Federico Curti, quien es primer oboe solista de la Orquesta Filarmónica de Montevideo y de la Ossodre.
El músico, que tocará por primera vez en nuestro país y con la OSCA, mencionó que la obra de Andreae se divide en tres movimientos. “El primer movimiento es muy recitativo, bastante libre, después el segundo es una serenata muy apacible y cantabile, y el tercero un poco más enérgico, quizás dramático, para terminar”, detalló.
El uruguayo expresó su satisfacción por interpretar esta obra por primera vez. Manifestó que “quizás pueda ser un estreno en Latinoamérica”, dado que no es una obra muy tocada. “Nuestro repertorio como oboístas tampoco es gigante, pero dentro de lo que sería Mozart, Strauss, Martinu, y los conciertos barrocos que tenemos en gran parte de nuestro repertorio, esta pieza no entra dentro de ese repertorio que todo oboísta estudia”, expresó.
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En dicho sentido, refirió que a él le interesa mucho “buscar repertorio desconocido”, y que habiendo “tantas cosas por descubrir”, dar a conocer otra música “siempre es importante”.
Según su criterio, sería ideal que cada programa contemple “una obra desconocida y mejor si es contemporánea”, porque eso “siempre aporta e incentiva a los compositores”. “Está bueno poder incursionar en otro repertorio. Salir un poco de la comodidad de escuchar Beethoven o Mozart”, dijo.
A su turno, Thomas Herzog se refirió sobre la otra obra que será también primera audición en la noche, la Sinfonía Nº 5 “Heroica”, del ruso Alexander Glazunov. Detalló que es una composición “muy amplia” como también “compleja”, pero “muy rica en colores y emociones”, en sus cuatro movimientos “muy diferentes”.
Expuso que Glazunov compuso “desarrollando los motivos y sobre todo experimentando las posibilidades cromáticas y modulaciones. La obra es un amplio panorama de las posibilidades sonoras”, refirió. Así, junto a la obra de Grieg, Herzog calificó al repertorio como “muy romántico”.
El suizo, que dirigirá por cuarta vez a la OSCA, invitó al público a disfrutar de un programa “muy particular” que “no se puede encontrar cada día”, con obras de “mucho sentimiento, que llegan al corazón de cada uno”.
