El Asujazz continúa hoy su programación en el Teatro Agustín Pío Barrios del Centro Paraguayo Japonés (Julio Correa y Domingo Portillo), a las 20:00. Se presentarán el CCPA Jazz Quintet, Escalandrum y la saxofonista estadounidense Tia Fuller.
La relación de Escalandrum con el Paraguay es especial, ya que la agrupación, creada en 1999, tuvo en 2003 su primer recital fuera de Argentina y fue en nuestro país. Luego de eso, regresaron en 2006 y 2010. Gracias a ello, tuvieron la oportunidad de presentar varios discos y diversos repertorios.
Además de Piazzolla en batería, la banda está conformada por Nicolás Guerschberg (piano), Mariano Sivori (contrabajo), Damián Fogiel (saxo tenor), Gustavo Musso (saxos alto y soprano) y Martín Pantyrer (saxo barítono y clarinete bajo).
Esta vez vuelven en coincidencia con su aniversario número veinte y con el disco “Studio 2” bajo el brazo. En comunicación telefónica con ABC Color y antes de su arribo al país, Pipi Piazzolla, comentó que esta veintena de años recorridos con el sexteto han sido tiempos de “mucha armonía”.
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El baterista, nieto del bandoneonista y compositor Astor Piazzolla, expresó que en el grupo “nunca hubo conflictos” y ningún “impasse”, porque además de la amistad que los une primeramente, reinan las ganas de trabajar. “Siempre tuvimos cosas para trabajar, repertorios nuevos, diferentes desafíos, así que la verdad que todo pasó rápido. Por suerte hemos podido dejar plasmados once discos, muchos de música propia, un par de discos de música de mi abuelo, uno con Elena Roger, uno de música de Mozart y Ginastera, así que la verdad que estamos muy contentos y muy conformes”, señaló.
Rememorando sus inicios, el artista calificó a esos tiempos como “toda una aventura”, porque no sabían bien “qué iba a pasar”. No obstante, indicó, él tenía “la convicción de que el grupo iba a funcionar, porque antes de tocar juntos éramos amigos, y me parece que eso es clave para poder sostener un grupo en el futuro”, evaluó.
“Al principio, como todo, Escalandrum no se sorteó ninguna etapa, fuimos paso a paso, tocando en todos lados donde sea necesario. Después empezaron a aparecer las giras y conciertos más grandes. Fue todo muy paulatino y el grupo sigue en crecimiento”, expresó Pipi.
El artista agregó que, en un principio, ellos estaban muy seguros de que “la clave era hacer música propia”. Si bien al inicio les gustaba “mucho” el latin jazz, pronto fueron utilizando “ritmos de Uruguay, Brasil, Cuba”. Pero, advirtió el músico, tras la crisis argentina en 2001 empezaron a “mirar un poquito para adentro”. “Las composiciones, naturalmente empezaron a tener más un sonido argentino, involucrando ritmos como la chacarera, la zamba y el tango argentino, entonces ahí creo que fue donde empezamos a encontrar nuestro propio sonido”, reflexionó.
Esa búsqueda, apuntó, se fue dando de manera “natural”, pues ellos ya venían influenciados por nombres como Luis Nacht, Richard Nant, Guillermo Klein y también el Quinteto Urbano, al decir de Piazzolla. “A la larga nos dimos cuenta que lo que hacíamos era diferente”, declaró.
Un homenaje diferente
Ineludiblemente en un punto de la carrera del sexteto llegó el homenaje al abuelo Astor, con el disco “Piazzolla plays Piazzolla” (2011), el cual apareció más de diez años luego de la formación del grupo. Esa espera, según Pipi, respondió a que tras unas vacaciones que se tomó, empezó a pensar en la idea.
“Sentí como que en esa época todo el mundo hacía la música de mi abuelo y la hacía igual, aunque ahora ya no. Pero yo sentía que nosotros, que teníamos un buen sonido, un buen ensamble y que estábamos muy sólidos, podíamos brindar algo diferente, con improvisaciones, con otra sonoridad, sin utilizar los instrumentos clásicos del tango”, dijo.
El baterista quedó “muy conforme”, personalmente, con el resultado del disco que, además, se alzó con el Gardel de Oro. Un premio “que nunca un grupo de jazz lo ganó, jamás, y muchos músicos quedaron muy contentos, sobre todo ex músicos de mi abuelo”, relató.
La continuidad
Pero para Pipi, el principal desafío “es estar juntos hace veinte años tocando una música que no es comercial”. “Con un disco como el que grabamos en Abbey Road, por ejemplo, que es todo de música nuestra, logramos cuatro nominaciones a los Premios Gardel este año, entre ellos el Álbum del año, y ganamos tres, lo que es muy meritorio creo yo”, observó el músico.
Acerca de “Studio 2”, consideró que este álbum representa a “un grupo unido que puede lograr sueños”. “Si el grupo no estuviera unido, si todos no estuviéramos tirando para el mismo lado, sería imposible ir hasta Abbey Road para grabar un disco. Así que lo logramos gracias a esa unión y a la fe que tenemos de que el grupo va a funcionar”, expuso.
“Studio 2” llegó en el momento justo, aunque hubo mucha música que descartamos. Porque los compositores del grupo traen músicas, no funcionan y se descartan. Pero lo que pasa es que no paran de componer. Ayer hicimos un ensayo y sacamos seis temas nuevos”, ejemplificó sobre lo activo que se mantiene creativamente el grupo.
Jazz en expansión
Escalandrum se mueve en una escena de jazz que en el país, según Piazzolla, está “muy bien”. Hoy en día, puntualizó, “hay muchos músicos jóvenes que tocan muy bien, que ya tocan como verdaderos profesionales de oficio, y eso es muy bueno”.
Además, destacó que en su país “hay muchas más escuelas para aprender a tocar este estilo que antes, privadas y estatales, así que la verdad (la escena) va creciendo mucho”.
También reconoció que “la gente está empezando a descubrir que en el jazz uno encuentra la libertad de hacer lo que quiere, y yo creo que el arte es eso, que vos puedas hacer lo que quieras, si no ya dejas de ser un artista”.
Asimismo, sostuvo que “lo que tiene de lindo la música instrumental es que vos te podés armar tu propia historia y no estás condicionado por la letra, y yo creo que la gente de a poquito se va dando cuenta de esas cosas”.
Esta noche, Escalandrum realizará un recorrido por sus veinte años de creaciones. “Haremos nuestros temas favoritos y van a haber cosas de “Studio”, 2 obviamente”, remarcó Piazzolla, quien reiteró su felicidad por regresar a Paraguay. “Siempre fue un país que nos trató muy bien, con mucho cariño, y me siento como en casa, así que la verdad estoy muy feliz y muy contento”, concluyó.
Además del concierto, Escalandrum dará hoy la charla “Nuestro enfoque para hacer música”, a las 13:30, en la sala Baudilio Alió del Teatro Municipal (Pdte. Franco y Chile).
