El “Altar de los Muertos” es una de las tradiciones populares más arraigadas de los mexicanos. Se prepara cada 1 de noviembre en homenaje a todos los difuntos. La costumbre popular es instalar altares en las casas en honor de los familiares fallecidos, donde se brindan como ofrenda alimentos, velas, flores y objetos de uso cotidiano del difunto.
Lo característico de esta costumbre es que es el resultado del sincretismo de las ideologías prehispánicas, la cosmovisión de las culturas mesoamericanas y las creencias religiosas cristianas europeas traídas por los conquistadores y misioneros españoles encomendados a la colonización y conversión de los pueblos nativos del actual territorio mexicano.
De esta manera, estos altares guardan una enorme similitud en elementos simbólicos y estéticos con los Tlamanalli (del náhuatl - Tlamana: ofrecer, -lli sufijo, “La Ofrenda”), elaborados por los grupos que aún guardan la tradición de los pueblos originarios.
La representación de los altares de muertos ha cambiado a través de los siglos desde la introducción de la religión católica en el México prehispánico, cuando se introdujeron imágenes religiosas católicas, como rosarios, crucifijos e íconos sacros.
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Los altares pueden tener diferentes niveles en los cuales se representan el mundo terrenal e inmaterial. Son muestras de cariño con los familiares que ya han fallecido, los “seres del más allá”.
La muestra permanecerá abierta al público de lunes a viernes de 8:00 a 12:00 y de 16:00 a 20:00. La entrada es libre y gratuita.
El evento cuenta con el apoyo de la Dirección General de Cultura y Turismo de la Municipalidad.
