Desde hace 15 años, Christian Fleytas se dedica a enseñar a bailar el tango social. “Es el que se baila en las milongas”, expresó.
“La gente que llega a bailar tango, de diez personas, ocho llegan con la idea de que es un baile coreográfico porque lo vieron en la tele o en un show, y no tiene absolutamente nada que ver con el verdadero tango”, comenta este maestro argentino, que hoy ofrecerá una clase gratuita de demostración en Café Proa. Hay que inscribirse previamente al (0981) 159-396.
En este espacio también imparte el curso “20 horas de tango”, que invita a aprovechar el verano para dejarse llevar por el ritmo del 2x4. Los participantes de este curso, también tienen acceso gratuito a la milonga que todos los viernes, de enero y febrero, se ofrece desde las 22:00. El derecho a pista es de G. 25.000 y frecuentemente incluye música en vivo.
Fleytas comentó que a la milonga llegan personas de todas las edades y que este baile social es apto para todo el mundo. “No hace falta que tengas dotes de bailarín ni habilidades previas”, enfatizó.
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Aseguró que hay gente que llega a sus clases por prescripción médica, pues además del beneficio de la actividad física, el baile puede ayudar a pacientes con problemas de equilibrio o algunas afecciones neurológicas. “Usás muy poco la cabeza, pero mucho el corazón, el alma y el cuerpo, por supuesto”, acotó.
El bailarín, que integra la agrupación MasTango, comentó que su pasión por este género comenzó con la música, tras haber llegado a Paraguay desde la capital argentina. “Yo escuchaba en Buenos Aires, pero no le prestaba atención. Cuando vine a vivir acá, a los 15 años, empecé a escuchar y resulta que conocía todas las letras. Después de los 20 se presentó con el baile. El tango te secuestra y no te larga más”, añadió.
Afirmó que el único requisito para comenzar a bailar es vestir ropa cómoda y utilizar algún zapato que quede bien en el talón y no tenga la punta muy larga.
“El tango es la magia del abrazo, de la improvisación”, concluyó.