Siguiendo el rastro de Mangoré

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Frederick Sheppard exhibe un libro que entregó al Ateneo Paraguayo. En la mesa se despliega su colección del “Libro de oro”.
Frederick Sheppard exhibe un libro que entregó al Ateneo Paraguayo. En la mesa se despliega su colección del “Libro de oro”.Archivo, ABC Color

En ocasión del 75º aniversario de la muerte de Agustín Pío Barrios, que se cumplió el año pasado, el luthier y médico estadounidense Frederick Sheppard publicó “El libro de Oro” de Mangoré. En su reciente paso por la ciudad de Asunción, el investigador habló de su trabajo siguiendo el rastro del guitarrista y compositor paraguayo por varios países.

“Todos conocemos las grandes obras, pero cómo llegó a ellas, en qué estaba pensando”, fue la interrogante que motivó a Sheppard a profundizar en el método de enseñanza de Barrios, que hoy se resume en los primeros volúmenes de la colección publicada el año pasado con la editorial canadiense Les Productions d’Oz.

Sheppard afirmó que Barrios tenía un método en el que registraba el tiempo de estudio y el progreso de sus estudiantes.

Afirmó además que lo más importante para un guitarrista no es la nota, sino cómo realiza la coordinación entre las manos derecha e izquierda. “Los estudios más serios hablan del completo desarrollo de ambas manos y Mangoré lo tenía. Podía tocar de una manera completamente distinta a otro guitarrista de nuestro tiempo”, subrayó.

A esta colección, según detalló Sheppard, agregó vídeos gratuitos en el que estudiantes de todo el mundo pueden acceder a las lecciones y a las partituras.

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Su colección del “Libro de Oro” lleva editados 6 volúmenes, y se encuentra en preparación un séptimo número. En su búsqueda por más documentos acerca del compositor, Sheppard llegó hace un par de semanas a la biblioteca del Ateneo Paraguayo para seguir con su investigación.

“Sabía que el estudiante de Mangoré, Basualdo, enseñó allí y esperaba encontrar manuscritos y encontré algunos, no muchos”, detalló. Agregó que no obstante quedó maravillado por la cantidad de material que acoge dicho archivo y sobre todo por los mapas que alberga.

Su travesía siguió, la semana pasada, por Uruguay junto al bisnieto de Mangoré, Marcelo Enrique Barrios.

Sheppard aseguró por su experiencia como médico no solamente está interesado en conocer las obras y el recorrido que hizo el artista a lo largo de su vida, sino en detalles acerca de su estilo de vida, su salud y cómo se movilizaba de un país a otro. En este sentido, sostuvo que documentos del departamento de Estados de los Estados Unidos, a los que tuvo acceso, señalan que Barrios nunca tuvo pasaporte y se manejaba por los distintos países a través de sus contactos diplomáticos.

Pasión por los viajes

“Creo, y esta es solamente mi opinión, que los viajes eran parte de su proceso creativo”, expresó Sheppard, destacando que el guitarrista podía comunicarse bien en varios idiomas.

Afirmó que probablemente Barrios tenía una condición conocida como dromomanía, en la que la gente “no puede estar mentalmente bien si no está viajando constantemente”, detalló.

“Quizás esto que voy a decir no sea algo muy popular, pero Barrios no hizo música en Paraguay”, afirmó Sheppard. Detalló que hizo una copia de una pieza, para la Navidad de 1925, pero no la compuso en Paraguay sino en Uruguay.

Añadió que cuando Barrios salió de Paraguay en 1910, aún no era famoso ni se abocaba a la composición. “La mayoría de sus grandes obras fueron escritas en Uruguay”, acotó Sheppard.

Otro aspecto resaltante de Barrios, según el investigador, fue que en el repertorio de sus conciertos el compositor paraguayo siempre interpretaba una mitad de obras propias y otra mitad de obras de los grandes exponentes de la guitarra.

“Siempre le dio valor a los compositores clásicos, siempre presentó las cosas de forma justa y les enseñó a sus alumnos las obras de otros maestros, primero. Tenía la mente abierta y era muy humilde en este sentido”, puntualizó.

Detalló que el tercero de los volúmenes del “Libro de Oro” justamente recoge los arreglos que había hecho Barrios sobre las obras de los otros compositores.

Los volúmenes 4, 5 y 6 están dedicados justamente a las composiciones de Barrios, con los títulos “Mensajes de la raza guaraní”, “Testigos del mensajero” y “Una floresta de sueños”.

Este último título, según mencionó Sheppard, se debe a que su obra favorita de Barrios es “Sueño en la floresta”.

Obras incompletas

En su investigación, Sheppard sostuvo que se encontró con varias piezas incompletas de Barrios, que se encontraban en la colección de Jorge Gross Brown.

“En algunos falta la primera página, en otros la última, o no tienen título. Así que tenemos a un especialista para reconstruir esas piezas y vamos a darle a un guitarrista para que las toque”, comentó. Aseguró que esto está entre sus próximos proyectos.

En relación al libro, Sheppard detalló que el mismo puede solicitarse a través de internet y que la editorial lo envía a cualquier parte del mundo. “Debido a los cambios en el negocio de la imprenta, cuando reciben un pedido imprimen el libro”, concluyó.