Si bien nació bajo el nombre de Vitalino Rodríguez Báez, un 12 de marzo de 1938 en Cande’ami (Iturbe), se consagró en el ambiente artístico como Alberto de Luque, adoptando el nombre de la ciudad que lo acogió cuando llegó a la capital del país buscando mejores horizontes.
Sus primeros pasos en la música los dio con su compañero de escuela Dionisio Valiente y, motivado por su deseo de formarse en el canto dejó el país a los 14 años para instalarse en la capital argentina.
“Cuando crucé el Paraná tomé conciencia de que me iba en pos de un ideal, de un sueño que en ese momento estaba muy lejos de mis posibilidades: llegar a ser un gran cantante para difundir por el mundo nuestras hermosas canciones”, había expresado en su autobiografía “Arribeño y andariego”, publicada en el año 2002.
En Buenos Aires, a los 18 años se incorporó al conjunto de Juan Carlos Soria y en su primera actuación en el Centro Paraguayo fue escuchado por Herminio Giménez, quien lo invitó a grabar una de sus canciones. Ganó una beca en el conservatorio López Buchardo, donde fue compañero de Emilio Vaesken, e incursionó en el cine con “Yo quiero vivir contigo”, donde cantó “Galopera”; entre otras apariciones en la gran pantalla, el teatro y la televisión.
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Poco después de cumplir los veinte años, recibió una invitación para viajar a Europa, y se estableció en Alemania. Sus viajes por diversos países le permitieron conocer a diferentes personalidades como los beatles Paul McCartney y John Lennon, el actor mexicano Mario Moreno (Cantinflas), el cantante estadounidense Frank Sinatra, y el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
En el año 1980 regresó a Paraguay y, al año siguiente, representó a nuestro país en el Festival de la OTI con la canción con “Vos y yo seremos todo”, compuesta por él y con letra de Humberto Rubín.
Entre los reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera se encuentran el Premio Nacional de Música, en el año 2009, por el tema “¡Qué linda es la tierra mía!”, u obtuvo además menciones de honor en otras ediciones. En el año 1997 recibió la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Comendador.
En 2010 perdió parte de una de sus piernas tras ser atropellado por un motociclista. Esta situación lo llevó a crear la fundación “Puertas Abiertas”, orientada a ayudar a víctimas de accidentes de tránsito.
Sus restos fueron enterrados ayer en el cementerio de Parque Serenidad de Villa Elisa, tras un breve velatorio atendiendo la pandemia.
Despedida en las redes sociales
Ante la imposibilidad de asistir al velatorio, varios artistas e instituciones expresaron sus condolencias en las redes sociales. La Secretaría Nacional de Cultura señaló que quedará “en el podio de las mejores voces” que ha tenido la música paraguaya.
Lizza Bogado, Diana Barboza, Mirta Noemí Talavera, el grupo Los Alfonso, Luis Álvarez, Mimí Monte, Rigoberto Arévalo, Katty Pacuá, Luz María Bobadilla, entre otros lo recordaron.
