–¿Qué parte le costó más y por qué?
–En realidad todo me cuesta, más que nada porque soy un impaciente enfermizo. De pronto escribo un montón de cosas a las atropelladas y después, cuando empiezo a revisar lo que escribí, tengo que rehacer todo de nuevo.
–¿Cuesta llevar los hechos reales a la ficción?
–En Paraguay para hacer ficción, y que parezca creíble, tenés que suavizar la realidad en vez de agrandarla.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
–¿Cuánto de dolor y cuánto de gloria hay en el libro?
–Presumo que hay más de dolor. No solo por lo que hemos vivido durante la dictadura, sino sobre todo porque, a pesar de los años que ya llevamos de democracia, nos cuesta salir de nuestras miserias y mezquindades. Nos cuesta ponernos de acuerdo. Yo creo que si la referencia de nuestras relaciones fueran nuestras coincidencias y no nuestros desencuentros, la solución de nuestros problemas sería mucho más fácil.