El elenco que vino se denomina Ballet Nacional de Rusia, y según su información es una compañía estable en el Teatro Estatal de Ópera y Ballet de Mordovia.
Lo primero que llama la atención al presenciar su puesta en escena es que no coincidía para nada con las fotos y los videos promocionales que usaba la productora en su página oficial. Las imágenes mostraban una puesta con gran escenografía, atractivos vestuarios y un numeroso cuerpo de baile, pero nada fue así. La escenografía era pobre y, por ejemplo, no llegó a reproducir el reino de los dulces del segundo acto, que es lo que más uno espera que sea atractivo y colorido en “El cascanueces”.
Además, no había ni la mitad de bailarines para hacer esta obra con la magnitud con la que merece ser realizada, menos si vienen siendo presentados como “el mejor ballet del mundo”. Eso es publicidad engañosa.
Dentro del cuerpo de baile hubo excepciones, como la bailarina principal y unos cuantos más, que se llevaron sus aplausos. También se puede destacar que su actitud en escena era la correcta, con sonrisas y gracia. De igual forma, al bailar en grupo había descoordinación y pasos sucios o sin su correcto desarrollo, y las coreografías fueron muy simplificadas.
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Las entradas costaban desde G. 190.000 a G. 450.000. Un engaño muy caro. Este año nuestro Ballet Clásico hizo “El cascanueces” con orquesta en vivo, un cuerpo de baile más numeroso, vestuario y escenografía de gran calidad, siendo mejor que esta propuesta que fue presentada como algo que no fue. No siempre lo que viene de afuera es mejor de lo que podemos ver aquí.
Vuelvo a exhortar a la gente a que investigue bien antes de invertir su dinero en algo así. Definitivamente, no vino a Paraguay el mejor ballet del mundo, tal como había sido promocionado. victoria.martinez@abc.com.py
